Un jardín se mueve al viento…


Recurro a los versos de Juan Ramón Jiménez para encabezar lo que en tiempos de la Segunda República se dio por llamar «Misiones Pedagógicas». Consistían en la utopía de crear un pueblo culto, una exaltación de los valores de la cultura y la educación como herramienta importantísima en la regeneración de un pueblo. Se creó la Institución Libre de Enseñanza, también se potenció la irreverencia de los Ateneos Libertarios o aquel afán por llevar la lírica y la poesía al pueblo llano de manos de un grupo de universitarios encabezado por Lorca y que fue conocido como La Barraca. Tiempo más tarde, algunos exiliados de la República crearon en México, de la mano de José Bergamín, la primera Editorial Séneca. Ese, entre otros, fue uno de los motivos principales que inspiraron el nombre de nuestra editorial, creada por exiliados de nuestro tiempo y con un marcado carácter de exaltación de la cultura como bien común. Siguiendo esos ejemplos de antaño y continuando con el poema, «un jardín se mueve al viento, la tierra olea bajo nosotros como un mar sólido y somos todos marineros del entusiasmo» … Así, nuestra parábola vital rezuma entusiasmo y pretende revivir unos valores que nacen de los placeres del espíritu. Esperamos que el viaje sea largo y quede en el recuerdo…

(Foto: Editorial Séneca lindando con el cielo… así tituló esta foto Oscar Morales, feria del libro de Córdoba, abril de 2008)

Deja un comentario