Mañana temprano empezará un largo viaje hacia tierras del norte… El norte de cualquier norte, pero especialmente, como punto geográfico, específico, señalaría más exactamente hacia el norte del centro del laberinto. Porque cuando uno descubre su norte y decide caminar hacia él, sólo le queda un camino, un pretexto para lanzarse a la aventura: dar el primer paso. Así empiezan los grandes viajes, hacia fuera y hacia dentro y así empieza a desenrredarse los entresijos de la vida. Y en el laberinto en el que nos movemos, en ese centro difícil de conseguir y encontrar, siempre hay una brújula interior que nos señala nuestro norte, o nuestro sur, si vivimos en otro hemisferio que no sea el nuestro. Y la aguja magnética siempre señala con fuerza el mismo rumbo, la misma dirección.
Y en este primer paso decisivo ha tenido mucho que ver el Tejedor de Sueños… así fue bautizado de forma hermosa aquel que dirige las riendas… Porque de eso se trata, hacer de los sueños cosas palpables, tangibles, reales… tejerlos poco a poco para que pueda consumirse en el mundo ficticio de la realidad… Me marcho… habrá un silencio necesario… viajo en coche, como a mí me gusta, atravesando infinitas carreteras que nunca terminan… Esta vez no serán más de tres mil kilómetros de viaje submarino… Me marcho pero volveré para el solsticio de invierno… Que así sea…
(Fotos: Viaje a Escocia en febrero de 2007, siguiendo las indicaciones del Tejedor…)

buen viaje!!!
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Que tengas un buen viaje, Javier.
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Que tengas muy buen viaje de ida y mejor viaje de vuelta, Javier. Eso querrá decir que has tejido uno de tus sueños.
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