Operación Valkiria


«No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma»

J. Krishnamurti.

No estuvo mal la película pero podría haber estado mejor. Le faltó algo de chispa pero el mensaje que deseaba transmitir creo que quedó bastante claro. Estuve viviendo en Alemania un tiempo. En una granja paradisiaca de caballos en el norte de la Baja Sajonia, paseaba por aquellos contornos descubriendo de vez en cuando huellas de la segunda guerra mundial que aún podían olerse en el paisaje. A veces, Anja me llevaba hasta lugares donde yacía el recuerdo y otras, simplemente entrábamos en su centenaria granja la cual había vivido los abatares de todas las últimas guerras y me enseñaba los secretos de su historia. Me gustaba escuchar las historias de su madre cuando explicaba como tenían que acoger a los aliados en la granja y darles cama y comida durante mucho tiempo. Una vez, abrimos un viejo cajón escondido en uno de los despachos de la granja. Olía a madera antigua y la vieja moqueta que cubría un antiguo mosaico de parqué casi medieval amortiguaba el ruido de los recuerdos. Allí empezó a sacar fotografías antiguas, de sus antepasados, de la decena de generaciones que habían vivido en esa casa ya casi ancestral. De repente empezó a sacar los recuerdos de su abuelo, vestido de nazi, algunas medallas con la cruz gamada… En ese momento me sentí incómodo por una realidad que siempre hemos visto en las películas pero nunca nos hemos topado de frente con ella. Y allí estaba la primera impresión. Me encontraba en una casa de nazis, pensé. Pero luego Anja supo describir una realidad que todo el mundo ignoraba y que, la película de Valkiria pretende describir: no todo el ejercito era nazi y no toda la población alemana podía creer lo que estaba ocurriendo en su país. He echado a faltar diálogos en la película que profundizara aún más en esa realidad desconocida para la mayoría, pero creo que la idea quedó patente, al igual que me quedó patente en aquella hermosa charla de un frío invierno en la Baja Sajonia… Normalidad y anormalidad… muchas veces he hablado de ello… de ahí que la realidad tenga muchos matices y variables que necesitan ser profundizados… Desde fuera, y durante mucho tiempo, hemos estigmatizado a un pueblo entero sin pararnos a pensar que quizás las cosas ocurrieron de otra manera. Espero que esta película ayude a esa reflexión, y sobre todo, a la reflexión práctica de todo cuanto ocurre en nuestro mundo… Hay otras cosas que ahora nos parecen «normales» y que necesitan de una crítica profunda…

(Foto: Fachada principal de la centenaria granja, Weitsche, Baja Sajonia alemana, diciembre de 2007).

2 respuestas a «Operación Valkiria»

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