Cuando llega final de mes o principios de uno nuevo todo se vuelve pesado y obtuso. Especialmente con lo que respecta al dinero, los pagos, las transacciones… Dicen que el dinero es como la sangre de nuestro sistema social. Un sistema social mal hecho y por lo tanto una sangre terriblemente extraña. Resulta que en tiempos de crisis resulta fácil volverse moroso. La cuenta de la vieja es fácil: si los clientes no pagan nosotros no podemos pagar a los proveedores. Y eso crea un círculo vicioso que llega a toda la sociedad. Además, crea desconfianza y por lo tanto crédito, y nunca mejor dicho, porque muchas compañías necesitan del crédito para seguir viviendo. Pero si no hay confianza no hay crédito y si no hay crédito no se paga a los proveedores y si no se paga a los proveedores ellos a su vez… y así hasta el infinito. Ocurre algo curioso: hay clientes que me dicen que me abonarán cierta factura pongamos el día veinte de cualquier mes. Yo traslado a mis proveedores que el día veinte habrá liquidez y que por lo tanto abonaré las facturas pendientes en esa fecha. Pero si llega el día veinte y ese dinero no aparece, se crea una bola de desconcierto porque a su vez mis proveedores habían dicho a los suyos que el día veinte… En fin… todo resulta cansado y aburrido… y habrá que esperar a ver qué ocurre, porque esto no ha hecho más que empezar…
Hola Javier, El futuro ecónomico de muchos españoles es oscuro, dicen que la situación va a empeorar más todavía ¿acaso los que deberían actuar en consecuencia lo están haciendo? no.. sólo venden humo, pan para hoy y hambre para mañana,y muchas famílias honradas y trabajadoras que solo viven para pagar sus facturas en la cuerda floja ya se sabe que nos toman el pelo en un país en el que el ciudadano solo tiene voz una vez cada 4 años y poco donde elegir si no existiera ese proteccionismo de ciertos sectores…
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