El abuelo que no sabía explicar cuentos


La economía del don consiste en dar, en ofrecer, en compartir. Cuando lo que se comparte y lo que se da son libros, entonces, a alguien que se metió en el mundo editorial por amor a los mismos, irremediablemente se maravilla. No hay mejor regalo que un libro, sobre todo si quién te lo regala es la autora del mismo, y si encima son tres, entonces es para volverse loco. Esta vez, la generosidad ha venido de manos de Estrella Cardona y sus ofrendas: «La Trampa de ser mujer», «El abrigo de clark gable» y «El abuelo que no sabía explicar cuentos» ya forman parte de mi biblioteca y de mi vida. En diciembre estuve en Dinamarca y Linda me dijo algo que me impresionó: «los libros que están en mis estanterías forman parte de mi vida, pues respiran mi aire, mi tiempo y mis momentos»… Así es… ahora Estrella está dentro de mí y yo dentro de ella, pues esa es la magia de los libros que pocos pueden ver… Gracias amiga…

(Foto: Los tres dones en mi mesa de trabajo, La Montaña, abril de 2009)…

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