La crisis te ayuda a ingeniar formas de supervivencia, sobre todo cuando la cosa se pone fea o apunta a ponerse terriblemente mal. La idea fue de Anja hace más de un año. Así que todo se lo debo a ella. Los alemanes son tremendamente funcionalistas y si tienen un activo lo ponen a trabajar hasta la saciedad. Ella siempre me dijo que mi casa era lo suficientemente grande para crear en ella una casa rural, o como ellos lo llaman, un B&B (Breakfast and Bed, un alojamiento con desayuno y cama). Había vivido en algún B&B en Escocia durante largos meses de invierno, y también en mi época de estudiante estuve cuatro años compartiendo piso. En Alemania estuve casi un año en algo parecido hasta que nos trasladamos a la granja familiar. Así que experiencia en convivencia con seres extraños tenía, casa tenía, y manías, casi ninguna. Luego Ana, la cual siempre me ha querido ayudar en estos tiempos que corren vio como una buena solución todo esto. Su empeño fue un gran estímulo la semana pasada y me convenció que esa era la mejor solución para ir tirando. Le prometí que lo haría y… Justo cuando estábamos hablando de todo esto me llamaron para decirme que una persona estaba interesada en alquilar una habitación. Volví de Madrid solo para entrevistarme con ella. El precio que le ofrecí por una habitación me pareció justo (250€ mensuales), incluyendo teléfono (a fijos, claro), luz, agua, internet, etc… (de todo menos mariconás, como diría E.). Además, la oportunidad de vivir con un tipo loco, y creo que fue eso lo que más le convenció, sobre todo cuando le di la chapa con mis locuras y ese mundo tan surrealista en el que vivo. Y eso, como algunas cosas en la vida, no tienen precio. Como soy una persona confiada no le cobré fianza, y lo argumenté en que desde el primer día era mejor empezar a con-fiar con quien vas a vivir, y no a fiar. Además, como es estudiante y sé lo que eso significa, le dije que si algún mes andaba mal de dinero tendría la oportunidad de hacer trueque. Es decir, trabajo a cambio de casa. El muchacho encantado. Y la verdad es que va a vivir como un marajá, pues se ha cogido la habitación de la tercera planta, con unas vistas a la Montaña increíbles… En fin, será buena esta nueva experiencia. Si alguien desea alquilar alguna habitación, -sirva esto de propaganda-, aún tengo dos más… Y sino podéis, pues correr la voz… cuantos más seamos, más reiremos… Ya sabéis el precio y el todo incluido. También puedo alquilar por temporadas, fines de semana, etc., o hacer trueque a cambio de que me echéis una mano con el jardín… Así que los de la gran ciudad, tenéis un jardín de mil metros cuadrados sólo para vosotros a cambio de cama y comida… ¡viva la crisis! Estáis todos invitados…
