Me alegra tu reflexión. Y también me alegra que hayas leído ese texto que quizá fue escrito para ti. Las buenas bisagras son la amistad, que son las que soportan el peso de todo cuanto ocurre en la interacción entre los individuos. Y como humanos, siempre andamos cerrando y abriendo puertas. Veo tu proceso doloroso y me hago muchos interrogantes. Desde un punto de vista humano y también, si me lo permites, desde un punto de vista espiritual. Comprendo tu dolor, tu rencor, tu soledad. La compasión, que es el arte de sentirte uno con el otro, forma parte de todo aprendizaje. Y cuando lo practico contigo me interrogo sobre qué haría en tus circunstancias. Desde hace tiempo creo en el coraje del ser humano. Si tuviera una varita mágica y pudiera regalarte una casita con servicio de atención 24 horas para ti, tendría la sensación de que estaría poniendo un parche en tu vida para tapar un serio problema. Y ese serio problema es lo que hay que mirar y remirar para detectar su fuente y extirparlo de una vez por todas, con coraje. Y ahí sólo puedes entrar tú y ahí estás sola ante el peligro de saberte quién eres, porqué estás aquí y hacia donde debes conducir tu vida.
Sin que sirva de receta, debes tranquilizarte y analizar todo lo que te ha ocurrido en los últimos tiempos. Sin culpar a nadie. Sin culpar a L., a tu madre, a tu padre, a Y., sin culparte a ti misma sobre todo lo que ocurre. No busques más culpables y empieza a vibrar en una nueva energía. Vibra con un nuevo pensamiento. Creo haber mencionado aquello cuando nos vimos. Escribir un libro como forma de reconciliación sobre todo contigo misma, y no como forma de venganza. Describir las causas como un explorador que se observa desde la distancia, pero sin emitir ningún tipo de juicios. Simplemente desde el amor profundo hacia todo y hacia todos.
Sólo puedo ayudarte con buenas palabras, como dice L., quizás porque no tenga otra forma de hacerlo. Con buenas palabras y ayudándote, si es tu deseo y tal y como ya estamos haciendo con Carlos Alberola, una persona que tiene un problema parecido al tuyo y decidió escribir un libro para contar su historia, un libro que pretendemos editar. Ya te dije que nosotros éramos una editorial modesta pero puedo ayudarte a que una editorial grande como Planeta se interese por tu libro y te pague unos buenos royalties y todo sea un éxito.
Ya sé que esto no será la solución a tus problemas, pero puede ser un buen inicio. En vez de estar solicitando ayuda porque te estás ahogando, empezarás a remar hacia un propósito y entonces quiero pensar que pronto encontrarás tu propia isla. El tiempo juega a tu favor. Tranquilízate. No importa si pierdes ese pisito. Habrá otros, incluso mejores. Enciérrate tres semanas, o las que necesites, obsesionada con una sola idea. Trabaja, trabaja, trabaja, y lo demás, te lo aseguro, vendrá por añadidura.
Estoy en Barcelona pero me marcho pronto. Cuando tengas tu primer capítulo escrito prometo venir personalmente a recogerlo. No se me ocurre otra forma de ayudarte…
Besitos muchos…
