Dicen que es una Ley para que España sea fuerte, solidaria, competitiva y equitativa en los próximos diez años. Para ello, 25 mil millones de euros, de los cuales 20 mil millones serán para el Fondo de Economía Sostenible y 5 mil millones, para el Fondo de Inversión Local, es decir, para las constructoras de los pueblos y ciudades de nuestro país. Así que para enero, nuevas obras absurdas para justificar algo realmente insostenible: el ladrillo. La prioridad, igual de absurda: más crecimiento. Porque no se entiende una sociedad sin crecimiento, al menos para las mentalidades que critican al modelo neoliberal pero que no pueden prescindir del mismo. ¿Para cuando alguien hablará fuerte y claro sobre las ventajas del crecimiento cero? Una de las alternativas sugeridas sigue siendo la apuesta de las energías renovables, pero de nuevo sin grandes cambios o revolucionarias medidas energéticas. Realmente no hay ninguna medida revolucionaria, y el mundo, nuestro país, nuestro modelo económico lo que más necesita en estos momentos son medidas revolucionarias. La economía sostenible debería imitar los modelos de comunidades sostenibles… ¿nadie les preguntó a ellos como lo hacen?
(Foto: Cocina solar en Zway, Etiopía, octubre de 2009)
