Resulta difícil aprender el Arte y el Oficio de la vida. El Sendero es
arduo y cómplice de la angustia, especialmente cuando te encuentras
solo en la travesía de cualquier desierto. Solo ante la sed y el
hambre de espíritu. Ese es el precio de la batalla… Del vivir más
allá de los ocasos y los arquetipos… De sentir que nada merece la
pena si no es viviendo al límite… Solo, viajando sin cesar hasta que
el segundo rayo que nació en Shamballa se transforme en tercero
gracias a la entrega y la renuncia total… Solo hasta el logos…
