Admito que soy un amante de la tecnología, cosa curiosa en un romántico que edita libros y que pretende el rescate cultural. ¿Como conjugar la afición tecnológica y la cultura? El amor a la tecnología viene porque creo que la tecnología es una revolución que ha cambiado nuestras vidas y nuestros valores. Ahora debemos aprender a no depender de la misma, sentirnos libres y aprovechar sus ventajas para crear una sociedad mejor. El Ipad es un paso importante en esta revolución. Pronto el libro de toda la vida estará comprimido en sus píxeles informáticos y aunque una cuadrilla de románticos prefiramos escuchar música en discos de vinilo y leer libros en papel y cartón, los tiempos inevitablemente nos llevarán hacia la sutileza y la magia de la luz y la energía… Está mal que lo diga, pero algo está pasando con el mundo real… ¿Seremos capaces de encontrar el límite entre lo virtual y lo real? El retorno al recuerdo será importante… el despertar… Todo esto me suena a la espiritualidad de antaño, tan empeñada a que las consciencias despierten al mundo real…
Negar la importancia hoy día de las tecnologías, el avance que ha supuesto en determinados aspectos de la vida es un error. El avance de la vida va ligada a las tecnologías, pero no creo que todo lo que ha traido las nuevas tecnologías sea bueno, ha cambiado la forma de vivir, pero no creo que la haya mejorado en aspectos fundamentales para la vida del ser humano.
Cada día surgen nuevos aparatos que nos facilitan la vida, aunque cada vez nos sorprenden menos pues ya lo percibimos con algo “normal”. Estamos evolucionando de forma desmesurada, quién sabe a dónde llegaremos en unos años.
Es cierto que resulta muy interesante pararse a analizar dónde está el límite entre lo real y lo virtual.
Seguimos caminando.
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