La razón se abruma ante lo irracional


Esta tarde andaba repartiendo por mi barrio el boletín político “El Progreso”. Iba silbando feliz por las calles, disfrutando de la primavera avanzada y de los paisajes exuberantes plagados de verde y teñidos de flores. Alguien me había preguntado momentos antes si cobraba por ese trabajo. Con una aguda sonrisa he intentado explicar eso tan poco comprendido del servicio a la comunidad, del servicio voluntario, sin pedir nada a cambio, sin esperar nada a cambio. Hay personas que aún no entienden que la gente pueda hacer algo sin esperar recompensa. Tenemos la manía de mercantilizarlo todo, incluso los actos aparentes de buena voluntad. Por eso, cuando alguien hace algo de forma desinteresada, enseguida cae en la tupida sospecha. Es como cuando Pitágoras nos asombró y abrumó nuestra razón con el número irracional. Así lo expresó Steven Cushing en un poema que intentaba describir nuestra reacción natural ante lo incongruente. Las cosas que no comprendemos tendemos a juzgarlas, prejuzgarlas o condenarlas, buscando siempre un tipo de culpabilidad que se adapte a nuestros miedos, a nuestras inseguridades o incapacidades. Por eso lo fácil es lapidar cualquier cosa que no se adapte a la “norma”, sin intentar, ni por un momento, buscar la capacidad de visión desde una perspectiva más amplia. Si ocurre algo que daña mi espacio de seguridad, por razón ese algo debe dar malo o dañino. La reflexión venía de ayer, cuando una escritora me escribió para que le asesorara sobre un contrato de edición que iba a firmar próximamente con una importante editorial. Esta es la parte que peor llevo. ¿Se puede atrapar un verbo en un contrato? ¿Y un verso? ¿Pagarías por poseer una historia? ¿Por atrapar un sueño? Está claro que una editorial debe vivir, a pesar de hacerlo en tan noble oficio. Pero cuando montas una editorial por amor al arte, me resulta ciertamente espeluznante tener que mirar la contabilidad para que el arte pueda subsistir. Por eso en la selección de obras que editamos en Séneca no predomina lo comercial, sino aquellas obras cuyos autores han demostrado talento y generosidad, ambos unidos, y cuyos intereses priman los de compartir su arte, más que comercializar con ellos. Eso mismo comentaba hoy en un agradable café con una autora ya amiga que preguntaba tímidamente por los derechos de autor y la propiedad intelectual. Tras la charla y el café, y mientras repartía alegremente “El Progreso”, me preguntaba una y otra vez sobre cuanto puede costar un verso. La respuesta me vino sola y amable: la razón se abruma ante lo irracional. Gracias Pitágoras…

7 respuestas a «La razón se abruma ante lo irracional»

  1. Un verso cuesta muchos sudores y muchas horas en vela al autor. En la SGAE, mas de un 70% de los autores o creadores-como les gusta llamarnos-, apenas llegan al salario mínimo profesional.

    Pasados 70 años, sus obras pasan a ser de dominio público.

    Otra cosa son los llamados «adaptadores de obras», que aprovechan las que han llegado a esa fase, con el fin de declararlas como suyas. Ahí entonces exigen a la SGAE que cobre por el uso de esas adaptaciones. Pero claro…eso no se dice.

    Amigo Javier, si precisas de algún verso o canción…sabes que te lo regalo sin pedir nada a cambio.

    http://wwwrafaelaparisi.es

    Rafael Aparisi

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  2. Agradezco tu generosidad que te engrandece como alma noble. El Arte es una pasión y a veces ocurre que cuando la pasión se convierte en oficio o se mercantiliza con la misma, el Arte desaparece… Por eso el Arte, en todas sus infinitas manifestaciones, solo se manifiesta realmente cuando la llama del genio es sacudida por la extrema entrega…

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  3. Ahhh… El ‘MUNDO’ ACABA CON LA BELLEZA, EL ARTE ES UNA CUESTION DE MERCADOTECNIA, Y LOS LIBROS IGUAL, UN AUTOR MILLONARIO VENDE SU NOMBRE MAS QUE LO QUE COMUNICA… COMO BIEN DICES JAVIER…

    ME SOLIDARIZO CON DON RAFAEL APARISI, IGUALMENTE TODO LO QUE QUIERAS DE MIS ESCRITOS PARA DIFUNDIRLOS…. S.H.R.

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  4. ME HE PERDIDO, NO SE SI SENTIRME CULPABLE POR AQUELLA PREGUNTA EN EL CAFE, SOLO SE QUE ME GUSTA ESCRIBIR DESDE PEQUEÑA Y NADIE ME BRINDO LA OPORTUNIDAD QUE TU ME HAS DADO, NI SIQUIERA SE SI ES ARTE LO QUE HAGO, AHORA QUE HE CONOCIDO UN AMIGO, QUE ME ESTA AYUDANDO, ME SALEN NUEVAS EDITORIALES INTERESADAS, ¿DONDE ESTABAN ANTES? ALGUNAS SABIANN QUE YO ESCRIBIA, EN CAMBIO SENECA NO, CONFIO EN MI AMIGO, Y SE QUE LO QUE HACE ES LO MEJOR PARA MI.
    CONFIO EN SU SINCERIDAD Y SE QUE CUANDO LO LEA TODO SI NO CREE QUE MEREZCA LA PENA, TAMBIEN ME LO DIRA, Y NO SE HABRA ACABADO EL MUNDO, PERO JAVI UN VERSO VALE TODO EL VALOR SENTIMENTAL DEL AUTOR, TODO… POR ESO NOS PREOCUPA LO QUE PUEDAN HACER CON EL.
    ES, UN HIJO PARIDO Y NOCHES DE DESVELO, A NADIE LE GUSTA QUE ABUSEN DE SUS HIJOS Y LOS HIJOS NO TIENEN PRECIO . BESOS Y PERDON SI HUBO ALGO MOLESTO EN MI PREGUNTA.

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    1. ¿Por qué te sientes culpable? Tu pregunta fue razonable entre un autor y un editor. La recibo todos los días. Y siempre que me la formulan reflexiono sobre la misma cuestión. Tú misma lo explicas muy bien: los versos son como hijos. Y siempre queremos lo mejor para nuestros hijos… Gracias por compartir esa hermosa tarde…

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