Estimado F.,
La verdad es que el tema del mecenazgo intelectual y cultural está cada vez más difícil. En Séneca nos esforzamos por ayudar a las jóvenes promesas, pero es muy complicado en los tiempos que corren seguir con ese mecenazgo. Aún así, seguimos con la filosofía de que todos los beneficios que conseguimos es para apadrinar a autores noveles.
Cuando vivía en Cataluña existía cierta endogamía intelectual, pero cuando accedecías a los círculos, resultaba todo más fácil. Cuando iba a la universidad escritores como Empar Moliner, Sergi Pàmies o Quim Monzó me presentaban a unos y a otros, incluso pasamos una mañana con el presidente de Planeta para que editaran mi primer libro. Eran otros tiempos…
Ahora maestros y discípulos practican como pueden ese «sálvese quién pueda» y de ahí la diáspora intelectual y el apagón de las «luces». Aún así, luz, más luz… No nos queda otra que iluminar al mundo desde el mundo de las ideas.
un abrazo sentido y que vaya todo bien…
