Mañana más… Ayer fueron los funcionarios, mañana los desempleados, pero sobre todo, los que seguimos apoyando abiertamente todas estas movilizaciones estaremos otra vez allí… Ojalá mañana de nuevo seamos legión…
"Hoy, antes del alba, subí a las colinas, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas para seguir adelante". Walt Whitman
Hola Javier, en unas entradas más abajo hablabas de «igualdad, fraternidad y libertad.»
No se si tiene sentido que comente nada, ni porque lo hago, digamos que no veo lo que escribes, Soy muy crítico con algunos textos, no tengo muy claras algunas cosas. Estoy de acuerdo que aveces hay que manifestar nuestra repulsa por algunas cosas, pero el problema es, que sólo se cursa nuestro mal estar hacia el exterior, nos vamos a las calles. Parece ser que el problema lo hayan creado habitantes de otro planeta, pero no amigo, todos nosotros hemos contribuido a algo. Es más fácil pensar que son los otros los equivocados. Si uno ha creado esa miseria de sociedad también la puede cambiar, y creo que no hace falta salir a la calle para eso, al menos todo el rato, y hacer de la protesta una consigna vital, el problema se ha creado de puertas para dentro, con nuestro desorden, con nuestra hipocresía, etc ahí es donde está nuestra lucha, la verdadera lucha, no en la calle, eso es sólo el envoltorio del caramelo.
Compañero, esas tres magnitudes: «igualdad, fraternidad y libertad.» nunca las hemos tenido, salvo en legajos. Jamás hemos atisbado ni tan siquiera de muy lejos tremendas magnitudes. Si algo así lo tiene el hombre, te aseguro que no lo pierde. Uno tiene que acordar ser claro en esto ¿Cuando hemos sido iguales, fraternos y libres?
Lo que hemos tenido es la idea de serlo.
Todo el mundo sale a reclamar lo que le han quitado. Pero la calle de lo que nunca hemos tenido está desierta, no la pisa nadie. El corazón y el espíritu está destraído con el recibo de la luz.
La moda es asociarse al grupo «un recurso desesperado», la incapacidad de asociarse con uno mismo a ver que puede aportar a este mundo que está ni mas ni menos que igual que siempre. Partidos patéticos e hipotéticos — disculpen este cutre juego de palabras, pero real por otra parte— jamás encontraran concierto. En serio, estamos más que despistados. La lucha es más incómoda en uno mismo, es cosa mala verse en el ego que está ofreciendo o ha ofrecido al mundo. Aquí esta la batalla, en depurarse como el agua en un bernegal.
Como antropólogo sabrás que estamos en un ciclo que se repite, y lo que se repite es porque no ha sido comprendido, ¿Cuantas veces nos hemos manifestado por las tres magnitudes? Vamos a estar toda la eternidad cometiendo los mismos errores? ¿Es una evidencia o no que este ciclo es más viejo que el hambre? un niño puede verlo. Si se repite es porque seguimos haciendo lo mismo, quejarnos, manifestarnos, rodearnos de millones de personas con la ingenua esperanza que dentro de 100 años nuestros hijos no van a tener que hacer lo mismo.
Sierra Madre está bien como lenguaje revolucionario, pero el lenguaje es un instrumento para contentar la indigestión de desesperación a la que hemos llegado. La revolución es exterminar en uno mismo toda la mentira que somos capaces de infringirnos para creernos un poco más humanos. Me incluyo.
El ego, la necesidad de contentarlo a todas horas y con las mejores tributos, eso es lo que hemos lanzado al mundo. Yo puedo ser consciente de ello, lo veo y me hago cargo para cambiarlo en solitario, de la única manera posible. En una plaza no se oye nuestra voz, la auténtica, la que puede ser miserable y al mismo tiempo digna de codearse con los santos.
Disculpa por tanta letra.
Me gustaMe gusta
Llevamos mucho tiempo, en algunos casos, como el mío, años, meditando y cantando el om mirándonos el ombligo en todo el amanecer. Llevamos mucho tiempo, y en mi caso años, saliendo a la calle una y otra vez porque no aprendemos de la historia. La diferencia entre antes y ahora es que antes éramos cuatro los que revisábamos nuestras estructuras interiores y éramos cuatro los que salíamos a la calle. Ahora somos legión los que nos miramos el ombligo y cantamos el om todas las mañanas y ahora somos legión los que salimos a la calle. Sí, estoy contigo en que hay cosas que se repiten, pero los que llevamos muchos años observando todo el proceso observamos que cada vez son más los que se autorevisan por dentro, y de paso, se manifiestan por fuera, porque el compromiso interior no puede ser completado sin el verdadero compromiso exterior (a la filosofía del Bodhisattva y del Cristo me remito).
Me gustaMe gusta
No estoy seguro que la masa esté cambiando ni haya despertado, quizás está desesperada. Te digo esto porque si la masa estuviera despierta no estaríamos en este berenjenal. Es tan obvio.
Creo que si la masa está despierta la rebelión puede acabar bien. Pero si la masa no se ha saneado primero en cada parte que la compone (Nosotros por separado) se va a formar un desastre de mil pares.
Si a esa masa pacífica (ideológicamente) se le toca el nervio, y resulta que trás ese pacifismo se oculta la desesperación, el ahogo económico, la represión y el desencanto, la respuesta puede ser impredecible. Yo pienso que hay que tener claro hasta donde estamos dispuestos a llegar. Si esa masa, al final de cuentas tiene la división interna sin resolver las cosas no van a parar bien.
No se si me entiendes, ¿Tu crees realmente que la gente que se ve en las plazas está desesperada o despertada? Si resulta que es lo primero vamos a ver cosas feas, si no hoy, mañana. No se, veo este asunto muy retorcido.
Nunca he ido a manifestación alguna ¿pero sabes porque? Si lo hiciera, tendría que quedarme cuando toda la gente se va. Con frio, calor, lluvia. Mi acción nunca dependería de si otros me acompañan o me dejan solo. Sabría perfectamente las consecuencias que esa acción tendrían sobre mi, y tendría que asumirlas. Hoy no puedo hacer eso, No estoy del todo despierto.
Eso es acción. Lo otro no tiene sentido.
un saludo Javier y gracias por permitirme estas letras.
Me gustaMe gusta
Creo que cada uno debe hacer lo que considere correcto, que para unos será ir a las manifestaciones y para otros será no ir. Pienso que lo importante es que tanto en un caso como en el otro, procuremos mantener la calma, la serenidad e irradiemos luz desde el corazón. Estas últimas palabras se las he copiado a Emilio Fiel (acabo de escuchar un audio suyo).
Un abrazo a todos/as.
Me gustaMe gusta
Un pueblo que se manifiesta en la calle se hace fuerte frente a su opresor natural, el Poder. Me da igual qué lo impulse a sentirse una unidad. Si sólo reaccionamos por los golpes recibidos, bueno será; al menos nos defendemos de la agresión. Si la reacción viene de la mano de la suma de evoluciones personales, mucho mejor.
A veces encontramos certezas individuales válidas pero nos equivocamos al extrapolarlas a la vida social. La relación «Poder» – «Sociedad Peatonal» tiene sus propias necesidades y no me parece bueno esperar a que cada persona haya alcanzado su plenitud para reclamarlas.
El individuo, como Ser Supremo, tiene su no-camino; el placer de sus pasos…
El individuo, como ser social, tiene obligaciones que cumplir; entre otras, defenderse del Poder, como se defiende de una pedrada. Esto se consigue muy bien en las calles.
Estoy muy de acuerdo con éstas exposiciones de Javier y su actitud me parece coherente con un estado evolutivo individual avanzado.
Besos y abrazos.
Me gustaMe gusta