Eres infinitud


infinitud

Es hermoso rodearte de personas que te permiten codearte frente a frente con la generosidad y el amor. Te puedes sentar a su lado porque no hacen ruido. Puedes sentir el eco de su silencio y ver como quema su naturaleza en absoluta armonía y paz. La combustión a su lado es apacible. Es como estar frente a una chimenea y sentir el calor y la luz de la vida sigilosa. Esas personas te hacen comprender que realmente no existe la dualidad. No existe la separatividad, no existe el yo separado, hechizado por la ilusión de ser algo diferente al resto. Estar con ellas es como ser ellas. Realmente no hay nada que entender ni explicar a su lado. Su presencia rescata ese algo más profundo , ese atril de comprensión absoluta que no requiere ni exige, que tan solo plasma un estado de suprema liberación.

Permanecen sosegados sin dejar residuos, sin molestar a nadie, sin pedir nada a cambio de su presencia. Son conciencia innata, malabaristas de la consciencia misma, del perdón y la modestia de su prudente presencia. Son como caminos sin senderos, donde cada paso te acerca más a su persona al mismo tiempo que te aleja más de ti. Y en esa confusión comprendes que no hay una meta, que no existe un inicio y un fin, sino que todo se regula bajo la aparente forma de una continua unidad.

Son perfectos tal como son. Incluso disculpamos sus errores, sus flaquezas, sus momentos bajos, porque también son humanos, muy humanos. Tan humanos que parecen ángeles que han comprendido cual será su próximo destino, su próximo eslabón a alcanzar. Por eso son embajadores de la libertad, porque han comprendido que ya nada importa excepto el ser, el ser sosegado, apacible, impermanente, el ser preñado de vida a cada instante, que es belleza y ternura, que es vibración de dimensiones aún lejanas.

Es un hermoso regalo el conocer a este tipo de personas. Aún mayor regalo es el poder tenerlos cerca, disfrutar de su divinidad, de su gracia compartida, de su humor, de su sosiego y quietud. Hay algo que se revela dentro, en la ausencia de crítica y juicio, en la ausencia de pensamiento y división, de análisis y reproche. Algo nuevo se descubre cuando te topas con seres que son capaces de mantenerse desconectados de lo limitado y están preparados a cada instante para abrazar lo ilimitado. Y entonces llegan y te abrazan, y miran profundamente a tus ojos y te dicen amables: “eres infinitud”. Y entonces tu vida cambia porque algo más grande te ha rozado, algo más poderoso ha sido capaz de ver nuestro esplendor dilatado.

En estos días estoy aprendiendo a apagar las luces, tirar las muletas y empezar a bailar sintiendo esa infinitud, esa libertad atemporal soltando todos los amarres y dejándome llevar por la música y el calor de ese fuego de generosidad y amor. Pongo el corazón por delante y dejo que el alma meza estos momentos. Dejo que la llama queme sin dejar rastro. Dejo que la vida me preñe y me penetre libre, amado, infinito. Escucho el mar aquí dentro. Se abre la noche. Nace la calma.

Una respuesta a «»

  1. Vaya tela lo que has escrito, es precioso.

    Yo también he estado estos tres últimos días rodeada de personas y personitas increíbles. Mi hermana y mi cuñado nos han regalado dos seres maravillosos que hacían despertar en cada uno de nosotros los mejores sentimientos que se puedan poseer.

    Es extraordinaria la infinitud del amor.

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