Mística para la vida cotidiana


«La espiritualidad no es un lujo reservado a eremitas o sabios antiguos. Es un arte que puede florecer en la rutina diaria de cualquiera de nosotros».

“En este libro inspirador, se nos invita a descubrir que lo sagrado no está lejos, sino que habita en los pequeños gestos de cada día. Con una visión integradora que une enseñanzas de Oriente y Occidente, el autor nos guía a través de los diferentes cuerpos del ser humano — físico, etérico, emocional, mental y espiritual — y nos ofrece herramientas prácticas para armonizar cuerpo, mente y espíritu en nuestra vida cotidiana. Mística para la vida cotidiana no es un manual de autoayuda ni una guía dogmática. Es una invitación a despertar, a vivir con atención plena y a reconocer que el Misterio puede encontrarse tanto en una caminata bajo el sol como en la meditación más profunda, en el cuidado de nuestra alimentación o en la nobleza de nuestros pensamientos. Un viaje hacia el autoconocimiento y la trascendencia, accesible y transformador, para todos los buscadores contemporáneos”.

Esto es lo que pone, al menos, en alguna parte de la presentación del libro. Un libro que escribí entre momentos de paz y sosiego que encontraba en las estribaciones de mi pequeña cabaña de madera, allá en los bosques. Visto desde la distancia, parece que han pasado mil años de aquella tremenda aventura que duró toda una década de mi vida, y cuya respuesta espiritual se traduce en este librito que ahora comparto con vosotros. Vivir plenamente en la naturaleza fue muy inspirador. Vivir plenamente la vida es la esencia de toda búsqueda irremediable. El silencio de la meditación, el estudio entre castaños y robles y prados y montañas verdes, para luego, practicar el servicio, el más noble de los senderos espirituales.

De eso ha pasado mucho tiempo, pero aún palpita en mí la idea de que esos cantos mañaneros, esos caminares meditativos, esos abrazos y ese trabajar por reconstruir viejas ruinas infligieron inevitablemente algún tipo de influencia positiva en el otro. Esa influencia nos ayudó a todos a recuperar el sentido de la vida, a experimentar en carne y hueso todo lo que da sentido y valor a la existencia. La mística no sirve de nada si no se plasma en la vida cotidiana, y por lo tanto, en el trato con el otro, con lo otro.

También con los más inofensivos, nuestros hermanos los animales. Si no somos capaces de amar a una ternera o un inofensivo pollo, ¿de qué manera podemos llenarnos la boca de palabras vacuas? No se puede ser espiritual si antes no aprendemos a amar a los más inocentes, a los que sufrieron nada más que por nacer. De ahí la insistencia en volver a las esencias, pero desde lo cotidiano. Solo podremos abrazar el verdadero amanecer de lo misterio en el alba de nuestros actos diarios. Este libro es una invitación a ello. Una invitación a encontrar un sentido diferente a tu vida desde el sagrado cotidiano. Y siempre sin agobios, haciendo lo que podamos, desde donde podamos. Sin más.

Se puede adquirir por 15€ en el siguiente enlace:

Mística para la vida cotidiana

 

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