El canto del búho


Ayer paseábamos tras la visita al Hospital y hablábamos sobre lo humano y lo divino. Había preguntas esenciales en el aire. Las manifestaciones de nuestras mil voces internas atienden a requisitos hereditarios, de sumisión social e implicaciones emocionales que dominan nuestras vidas constantemente. Nos aferramos a una de ellas, normalmente a la más fuerte, sin identificar su procedencia. Y en muchas ocasiones erramos en la elección pues esa voz, que nace de algún residuo del pasado, no es la Voz que brilla más allá del círculo-no-se-pasa, ni tiene que ver con ese contacto íntimo y profundo de la parte más sutil de nuestro ser. Y entonces, en esas andábamos cuando llegamos a la conclusión de que sólo desde el Silencio se puede observar y entender al Observador, alejados de los ruidos y las voces de nuestros yoes. Hoy escuchaba un hermoso Haiku zen que describe a la perfección esta idea:

Después del canto del búho,el silencio de la montaña es más profundo aún. Lo esencial no es lo que hemos dicho, sino lo que no hemos dicho, y, sin embargo, ha sucedido y es real.

(Foto: Paseando ayer por los recuerdos del pasado. Esa casa siempre me impresionó y la guardo en la memoria como una voz que me transmite confianza, curiosidad y respeto).

5 respuestas a «El canto del búho»

  1. Que alguien me explique… ¿Qué es eso del prefijo baba? ¿Qué méritos hay que hacer para que te puedan llamar baba? Estoy dispuesto hasta a raparme mi linda cabellera.

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  2. Para ser un buen Baba hay que haber estado en la India dos semanas, comer durante esos días Babacomida, Babaagua, dormir en Babacamas y Babahabitaciones… Además, estar acompañado de un maestro de ceremonias como BabaJorge, el cual, como buen observador y canalizador de energías babaconcéntricas, puede ayudarte a divinizar al que pretende la Babagloria… Y entonces, al séptimo día, ocurre el milagro, y te conviertes en Baba…

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