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Europeos españoles en un acto de intenso y pacientísimo aburrimiento. Uno habla, frecuentemente mentiras y promesas falsas, y otros escuchan. El que habla suele tener un cargo remunerado en la política que sale de los impuestos que todos pagamos. Los partidos actuales de la España europea son estructuras cerradas, impermeables, -mientras más subes en el escalafón peor-, que se reparten cargos, sueldos y prebendas en zafios actos de hipocresía.He visto tantas veces tantos episodios indignos como cuando al que le quieren renovar en el cargo, se revuelve y se defiende como gato panza arriba, importándole una mierda la democracia, el partido, el bien común, la disciplina, las promesas electorales, el progreso y todo lo demás.
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Opino como tú, querido anónimo, y sólo se me ocurre una cosa para aliviar esa angustia: ACTUAR. ¿Cómo? Que cada uno encuentre su cómo y que cada uno actúe en consecuencia… Una revolución se acerca… no tiene nombre… es silenciosa… es imparable… seamos partícipes de la misma…
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