Empecé a reciclar desde muy joven, cuando te compraban los cartones y los vidrios a 16 pesetas el kilo. Mi madre tenía una tienda de verduras en Barcelona y me parecía un doble acto beneficioso vender el cartón para reciclarlo. Así, uno de mis primeros trabajos fue el de «trapero», que era como llamaban a esos singulares personajes que iban con su carreta hecha de hierros y ruedas de bicicleta cargados hasta lo inconcebible de cartones y otras cosas. A falta de tan sofisticado artilugio, me tenía que conformar con la carreta improvisada de la fruta que utilizaba para cargar mi valiosa mercancía. Cosas de la vida, años más tarde, en la Universidad de Linares donde estudié Trabajo Social, un grupo de amigos, por razones diferentes, me bautizaron, entre otros, con el apodo de «El Cartones». Luego pusieron esos contenedores azules y sin mis 16 pesetas por kilo, seguía con la actividad de reciclado. Por suerte luego vinieron los contenedores verdes para el vidrio, y los amarillos para el plástico y los marrones para la materia orgánica, un producto, por cierto, del cual no se aprovecha aún casi nada. Son pequeños gestos que durante muchos años amigos y familiares criticaron por lo absurdo: «sólo reciclas tú, es estúpido lo que haces«… Me alegra que con el tiempo eso haya cambiado y en ciudades como las que me vieron nacer sea ahora una práctica casi obligada. En la equivocada sociedad del tener debemos empezar a dar cuenta de nuestro daño… y ya no sólo reciclando lo que consumimos, sino intentando consumir menos cosas estúpidas y dedicar nuestros recursos a paseos, viajes o momentos intangibles que merezcan la pena… No se necesita acumular cosas para ser feliz… baste un buen momento, una buena compañía y tener cierta consciencia de que estamos milagrosamente vivos en un universo caótico y desmedido…

Efectivamente… hay que reciclar pero sobre todo consumir menos. Aunque reciclemos, se recicla una cantidad mínima de lo que originalmente se produce.
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Joer¡ a mi me daban 5 pesetas por botellin jaajja. Es cierto, seguir vivos es un milagro maravilloso.
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Madre mía, yo fuí uno de los que te bautizaron como «El Cartones», aunque creo que es de justica decir que no tenía nada que ver con tu actividad dentro del reciclaje (de la cual me he enterado hoy), si no más bien por que por aquellos entoces tu novia era «La Chirla», nombre que tambien le pusimos nosotros haciendo referencia a un personaje de una serie de televisión, y no nos quedó más remedio que bautizarte a ti tambien, aunque fué un bautizo temporal, ya que tu siempre sabes que para mí siempre serás el Mueeeeeee.
Quiero aprovechar esta ocasión para proponerte una idea para que escribas un libro:
«La historia comienza cuando un estudiante vuelve al piso que compartía con otros estudiantes y descubre que ha desaparecido su «LOMO», … a partir de ahí que juege tu imaginación, es un tema apasionante, que en un futuro podría desbancar a Harry Potter…»
Un saludo del Boooobbbbbbbbbbb
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