El progreso parece una fórmula agotada. Lo humano, contaminado por ese virus llamado ambición, desea siempre tener más, querer más. Es un ser insatisfecho, y no hay nada que le detenga hacia esa marcha imparable. Quizás deberíamos regresar a un estadio simple, vacío de ambiciones, o al menos, ambiciones dañinas, donde podamos recuperarnos pacíficamente de todo cuanto ocurre. El progreso desmedido que hemos sufrido en este último siglo puede acabar con la raza humana si no somos capaces de dominar nuestra conducta. Así, dejemos de progresar en lo material, y en todo caso, regresemos al mito del eterno retorno para retomar los valores y la esencia que nos debe caracterizar… Regresemos a nosotros mismos…
(Foto: Mina de la Plata, un lugar que en su día simbolizó el progreso, y ahora está de vuelta hacia ninguna parte… Posadas, Junio de 2009)

Yo diria progreso, regreso o me largo.En lo demás te doy la razón,pienso igual. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
El etorno retorno, sí… hay que volver a lo esencial. Buenos textos Babajavier.
Me gustaMe gusta