Mis amigos los marcianos


Estimado Mr. T.,

El bandido del que hablas llevaba dos años esperando… simplemente ha sido más paciente que tú… una gran virtud que el gran indio piel roja “Toro Sentado Cara Caracol” demostraba cada vez que “Mosca Cojonera Vuelo de Pluma” zumbaba a sus oídos canciones en guaraní, cuando realmente eran sioux del norte, me refiero del norte del otro norte. Hablando de Tibetanos, y ya que los mencionas, el otro día pedí a la editora de Sirio, Pilar, una preciosa marciana que viene de más allá de las Pléyades, toda la colección de los libros de “el Tibetano”. 24 libros teosóficos infumables para el profano pero con la característica de hablar de cosas raras, que como buen amante del cuarto Camino y de la búsqueda de lo milagroso, me encantan… Todos los rollos científicos me aburren en exceso. Años en la universidad me han forjado como testigo único de la gran mentira sobre la racionalidad. Son muy torpes a la hora de describir el infinito, cosa que aún me fascina de este mundo. El concepto de finito, limitado, obtuso, aburrido, disecado, me llena de lagunas somníferas… y de cierta angustia.
Háblame de Kant y sus marcianos, me interesa… Leí mucho sobre Kant y su concepto platónico del Noumenos… De ahí sacamos lo de Noumicon, que ya te explicaré en otra ocasión… En mi libro Creando Utopías hablo del mismo, una paja esquizoide relatada por el marciano Salesiano a Isabel Nido y otras malas compañías… seguro que la historia te gusta… De hecho, nuestro sello editorial Nous tiene mucho que ver con el Noumenos kantiano… “la cosa en sí”, el Nous, la mente, el espíritu… aquello que está más allá de la razón pura…
En fin, me voy a la cama… un placer… sin duda eres un tipo raro de cojones, tu voz lo demuestra. A veces me daba la sensación de estar hablando con un predicador presbiteriano de Oklahoma… (ten cuidado que no te haya captado ya, sin tu saberlo, alguna secta de esos que se bautizan con fuego)… sin duda eres de otro siglo…
Si me lo permites, voy a publicar esta carta en el blog… me parece divertida, y a partir de ahora, cada vez que escriba algo divertido lo publicaré, con tu permiso inspirador…

Un abrazote…

Pd.- Con esta carta, y con el permiso de los lectores y aficionados al cotilleo en su máxima expresión (políticos, economistas, fuerzas del orden público, espías, conspiradores, etc…), empezaré una nueva sección que llamaré Epístolas… Mi escritura siempre ha sido epistolar, así que echaba en falta en este lugar un apartado a la misma. Espero que los receptores de ellas, siempre anónimos, sepan comprender la necesidad de compartir «la cosa en sí»…

(Foto: hermana vaca comiendo yerba fresca de mi mano vaga. Alemania, julio de 2009).

2 respuestas a «Mis amigos los marcianos»

  1. Jajajaj,Javier, nunca dejas de sorprenderme. Eres genial, a mí me parece estupenda la idea. Gracias Javier, me has hecho reir a carcajadas tan tempranito.Un abrazo

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