Me levanté tarde, a eso de las nueve. Había pasado la noche hablando con E. y terminamos durmiendo en la misma cama, como cuando éramos pequeños. Unos días antes había hecho lo mismo con su hermana porque ese tipo de tabúes no existen en nuestros idiomas y entre nosotros. Es lo bueno de tener amigos que son como hermanos. El perro Neo me dio las buenos días. Fui a visitar el gallinero y saludé a las gallinas. Olía muy bien en el monte alto y el pinar estaba hermoso tras las intensas lluvias del día anterior. Me fui tranquilo dirección Barcelona. Llegué, saludé a la familia y al perro Leo, la nueva mascota. Comí algo y me fui a la gran ciudad donde había quedado con mi ex-cuñada L. Hicimos un ritual que habíamos roto durante años y nos fuimos a tomar un café a la librería Laie e inevitablemente, como en los viejos tiempos, tras hablar y hablar y hablar acabamos comprando algún libro. Fueron dos por cabeza, los míos: «Los mitos, su impacto en el mundo actual», del inigualable Joseph Campbell y «La verdadera historia de las sociedades Secretas», de Daniel Tubau. Hace fresco en Barcelona. La gente ya lleva chaquetas. La «cuñá», como la llamo con cariño está feliz a pesar de que emocionalmente ha pasado por una pequeña noria. Nos hemos reconciliado con el amor, a pesar de haber preñado la conversación de contradicciones. El amor es un pretexto, sería la conclusión… Habría que determinar como siendo humanos podemos alcanzar algo divino como es el amor… Asaltándolo, supongo, como se asalta al cielo…
(Foto: mirando libros en la librería Laie de Barcelona)

Este hombre no para!!Javier, tú a lo de la teletransportación, le sacarias un partido!! ;)Un saludo para todos
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Al Amor se llega practicando.
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