4 respuestas a «Despedida de Equipo Grande»

  1. Cuando de mí no quede sino un árbol
    cuando mis huesos se hayan esparcido
    bajo la tierra madre;
    cuando de ti no quede sino una rosa blanca
    que se nutrió de aquello que tú fuiste
    y haya zarpado ya con mil brisas distintas
    el aliento del beso que hoy bebemos;
    cuando ya nuestros nombres
    sean sonido sin eco
    dormidos en la sombra de un olvido insondable;
    tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
    como yo en el follaje del árbol
    y nuestro amor en el murmullo de la brisa

    ¡Escúchame!
    Yo aspiro a que vivamos
    en las vibrantes voces de la mañana.
    Yo quiero perdurar junto contigo
    en la savia profunda de la humanidad:
    en la risa del niño,
    en la paz de los hombres.
    en el amor sin lágrimas.

    Por eso,
    como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
    a la tierra y al viento,
    te pido que nos demos al futuro del mundo…

    MIGUEL OTERO SILVA.

    Un abrazo.

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