Los duendes del ahora


Hay locuras que merecen la pena ser vividas, sobre todo las locuras menores, las del día a día, las que pasan desapercibidas pero que sirven de guiño a la existencia. Ayer removía recuerdos de entre las cajas y encontraba figuras con algún significado simbólico que me han acompañado durante años mudanza tras mudanza sin ningún tipo de queja o murmullo. Las miraba e intentaba recordar su origen. Quizás el regalo de algún amigo, el amuleto que siempre acompañó a aquella inseparable amiga, el duende que alguien me regaló en alguna despedida. Estaban allí juntos, en una cajita de madera perdida entre papeles y libros. Cuando abrí la cajita me sorprendió encontrar en ella múltiples recuerdos. Uno de ellos el bote de perfume de un amor lejano. Al abrirlo y oler el perfume que permanecía intacto después de más de quince años fue como sentir un arrebato que me empujó de golpe hacia el pasado. Me interrogué sobre si las cosas del ayer aún existen. Sin duda las emociones están ahí, quizás mancilladas por el lodo del tiempo y las experiencias. Pero basta que sople cualquier viento para removerlas y sentirlas cerca. Quise hacer un ejercicio práctico para despejar las dudas sobre mi reflexión. Cogí un puñado de esas figuritas y las liberé en el jardín. Busqué un rincón mágico donde pudieran encarnar sueños de hadas y duendes, de gnomos y elfos. Pensé que allí estarían bien, y pensé que quizás los duendes del ahora podrían jugar con ellos dándoles vida en algún juego. De momento permanecerán ahí, libres, a la espera de que los duendes aprovechen su poder o algún niño del futuro los encuentre y pueda jugar con ellos. Así, las figuras y sus recuerdos ya no me pertenecen… Serán heredados por la tierra futura… El trayecto sigue y los vínculos se expandirán hasta alcanzar el cielo… Me gusta pensar en la loca idea de que ahí fuera, en algún rincón del jardín, la magia ha empezado a nacer… Pronto habrá duendes por todas partes, pronto las plantas empezarán a crecer de forma increíble y el agua empezará a correr por todo el jardín… Habrá fuentes, saltos de agua, estanques con peces de colores… habrá vida, pero no esa vida llena de preocupaciones y temores, sino vida sana, vida armónica, sencilla. Atardeceres llenos de suspiros, y al final de los días, una confidencia: confesaré que he vivido.

4 respuestas a «Los duendes del ahora»

  1. Me encanta este texto, lleno de poesia y sentimientos, lleno de sueños de ilusiones y añoranzas pasadas y futuras emociones, repleto de bellas frases regaladas al mañana. ESO, es poesia, besos.

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  2. Que bonito texto Javier…
    Tu sigue dándome ideas 🙂
    El huerto de este año ya está en marcha y será el segundo gracias a ti…
    y algo se me está ocurriendo con los peces y los duendes 🙂

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