Entre libros, enredos y dignidades


Entre libros, enredos y dignidades…

Días agotadores, de mucho trabajo. La gestión de una empresa pequeña te resta mucho tiempo, sobre todo en las pequeñas cosas: facturas, albaranes, reclamaciones, llamadas… un continuo ajetreo que resta mucho y suma poco. Y como es una empresa familiar, donde el único miembro de la familia es el padre de familia porque no hay más familia que la del padre ya que los hijos son adoptivos y de raza oryctolagus cuniculus, es decir, esas pequeñas segadoras lagomorfas de la familia Leporidae, pues así andamos, más p’atrás que p’alante y también viceversa… Vamos que si no fuera por la ayuda inestimable de mis cuatro conejos, yo no sé que habría hecho ya… Por eso os pido disculpas si no contesto llamadas –tengo el móvil en una jaula de hierro-, no contesto mails, ando despistado con asuntos importantes como el amor, la amistad o la compañía y además, dedico menos tiempo a otras cosas que deberían girar en torno a lo vital. Un desastre… totalmente un desastre… Menos mal que la política está dormida por asuntos de familia –el padre carismático abandonó la camada y con ello todos sus discípulos quedaron en el desamparo- y todo lo demás paralizado por la primavera y sus calores.

Aún así observo a mi alrededor lo que pasa y como la supervivencia prima, (quiero pensar que se trata de eso, de superviviencia) y los chanchullos, estraperlos y demás se hacen con agudeza para ver como tirar adelante, aunque sea bajando la guardia en eso que llaman dignidad. Como mi orgullo es excesivo, eso me ayuda a mantener cierto tipo, hasta el punto de que el otro día, en una presentación de libros, la jefa de un museo conocido nos impidió vender libros –en estos tiempos que corren único medio de supervivencia editorial- y digno yo, excesivamente orgulloso, preferí regalarlos antes de que los allí presentes se fueran con mal sabor de boca. David, la pobre Séneca, contra Goliat, la omnipresente y potente Administración en manos de la Junta de Andalucía. Y esta semana algo parecido pero en otro orden, y el orden es el estraperlo y luego los amigos. Pues bien, conmigo no pueden, así que hoy seré un poquito menos rico, pero un poquito más digno. Y prefiero pasar hambre antes que perder lo poco o mucho que me queda de dignidad. Así que aviso para navegantes: la dignidad es lo último que se pierde… y antes que perderla preferiré arder en la hoguera de cualquier batalla. Así que a los amigos del estraperlo les espera el juicio final, no el apocalíptico, sino el que se cernirá sobre sus consciencias… Ahora, por motivos de ceguera y prudencia no puedo ser más claro, pero lo seré en su día.

La otra observación que hago tiene que ver con el asunto de la crisis… Una empresa pequeña no tiene grandes deudas. En nuestro caso debemos doce mil euros a proveedores que esperan pacientes que les paguemos. Es justo el dinero que nos deben a nosotros: doce mil euros. Así que cuando un proveedor me llama para reclamar lo que por justicia le pertenece, yo hago lo mismo a los cinco minutos para reclamar lo que por justicia nos deben. Es una triste historia a la que no estaba acostumbrado ya que nunca tuve deudas con nadie excepto con mi consciencia y desde que la crisis empezó, parece como eso de las deudas formara parte de la escandalosa marcha de nuestro país. Sé que doce mil euros no es mucho. Los que nos deben los doy por perdidos y los que debo intento pagarlos trabajando tres veces más de lo que trabaja un ser asalariado. El problema de nuevo choca con la dignidad y el orgullo… Pero levanto la cabeza, una y otra vez, con tal de seguir avanzando…

Salud y trabajo para todos… y como dijo el poeta, que pase usted un buen día…

(Foto: la mejor forma que tengo de relajarme es trabajando aún más, pero eso sí, esta vez en el jardín, fuera del ordenador, los teléfonos y los libros…)

5 respuestas a «Entre libros, enredos y dignidades»

  1. «El Alma de mundo se alimenta con la felicidad de las personas. O con la infelicidad, la envidia, los celos. Cumplir su leyenda personal es la única obligación de los hombres. Todo es una sola cosa. Y cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo.»
    Paulo Coelho.

    Coraje y fuerza, sigue caminando, el Universo está conspirando en tu favor. Lee las señales y siguelas…

    Un abrazo

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  2. solo era una llamada para invitarte a desayunar juntos, pero te entiendo, y lo respeto tienes mucha razón, hay veces que se esta demasiado agobiado, no importa otro dia sera… aunque no siempre tengo tiempo, por ejemplo aquella misma tarde mi madre sufrio un infarto y esta ingresada y yo acabo de llegar despues de dos dias del hospital ahora no se cuando podremos quedar porque empiezo a trabajar en un almacen de frutas y solemos hacer muchas horas, pero te prometo que te debo un desayuno, cuando tengas tiempo, y yo tambien lo tenga,besitos

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  3. por cierto a veces me das miedo por tu forma de expresarte que deja tanto en el aire que no llego a comprender, pero tambien el orgullo a veces es necesario para sentirse aun mas vivo, besitos de nuevo

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  4. Seguimos trabajando, no se si el cambio ha sido para mejor o para peor, estoy feliz, pero me da la sensacion que mi tiempo vuela en este nuevo destino.
    ¿Tendría que haber sido como el sabio, que no cambia París por su aldea?
    Un abrazo.

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