Esperanza


Ayer veía en la muerte inminente el fin de todo, y por un momento, olvidé la grandeza de los milagros, perdí la fe y la esperanza en la caridad universal. Y la recobré esta mañana cuando desde la cama, muy temprano, empecé a escuchar los berridos del pajarito exigiendo su desayuno matutino. Ayer pensaba que no sobreviviría a la noche. Lo abrigué con un paño de cocina en su nido improvisado. Le insuflé aliento caliente para que su frío desapareciera y para crear la ilusión de que era su madre quien respiraba a su lado. Pero él no quería marcharse. Deseaba ardientemente darme una lección de vida. Una enseñanza sobre la esperanza y la fe. La misma que sentimos todos cuando vemos lo que ocurre en el mundo. Cuando creemos que lo que pasa en Israel algún día se resolverá. Quizás el miedo, el terror, el sufrimiento, es lo primero que nos inunda. Especialmente cuando Kili y Kolo miraban a Palestina como próximo destino. Ahora sabemos que lo que nos mueve es la virtud y la esperanza, y sabemos que ningún ejército podrá detener la caravana de la luz, la alegría y la vida.

2 respuestas a «Esperanza»

  1. A estas horas el pajarito aún vive… esta mañana he tenido que hacerle un torniquete o algo parecido pues tenía una patita rota y un hueso que le salía de la misma. No quiere morir, lucha constantemente y resulta una lección extraordinaria a pesar de lo irracional de la supervivencia a toda costa… Lo tengo a mi lado, lo alimento con pan mojado en agua. Casi comemos lo mismo. Pan y agua. Cuando tiene hambre llama con grandes chirridos que reclaman sus víveres. Aún no sé si es gorrión o golondrina, pero no importa. No entiendo de razas…

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  2. A diferencia del dia en que te lo encontrastes, tus palabras estan llenas de vida, y no de muerte, pero no olvides que ha sobrevivido gracias a tus cuidados, sin ellos si hubiera llegado su final, es parte del misterio de la vida, siempre nos nesecitamos los unos a los otros. un beso.

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