Compasión versus bondad


Hay algo mayor a la bondad, a esa categoría que nos aleja de la perversión monstruosa de las bestias. Por no encontrar un término mejor me atrevo a definirlo como compasión. Cuando existe compasión, la bondad ya no es un requisito imprescindible. Una persona compasiva supera extremadamente a una persona bondadosa. Uno puede o no puede ser bondadoso. Sin embargo, la compasión no tiene que ver con una idea en potencia que puede o no puede suceder, si no en un acto en sí. No se trata de poder o no poder ser, sino simplemente de SER compasivo en todas las situaciones posibles.

Mencionaba MC hoy en su blog la conversación que mantuvimos sobre las categorías bueno/malo vs. bondad. Mencioné, creo, en la cena o la comida, ya no recuerdo, la palabra compasión, pero sin llegar a extenderme en el resultado del significado que deseaba otorgarle. La bondad es algo potencial en el ser humano. Puede o no puede existir. La compasión tiene que ver con una dimensión diferente. Pongamos un ejemplo compasivo:

En la cena, las patatas fritas fueron volcadas en el plato de MC. Las patatas fritas fueron cultivadas por hombres en tierras no muy lejanas, regadas por las nubes y protegidas por la tierra. Alguien cuidó de ellas mientras crecían, y alguien las trasladó más tarde, una vez recogida la cosecha, hasta la cocina. Allí fueron preparadas, presentadas, lavadas, fritas y puestas en su plato. Mi broma sobre donde estaban mis patatas provocó una reacción bondadosa o generosa de compartir las que MC tenía en su plato. En ese momento, la mujer de mi izquierda hablaba con su hija sobre el plato de patatas, huevo y carne que tenía sobre la mesa. Allí estaban otras patatas que habían sido cultivadas y regadas por las mismas nubes y protegidas por la misma tierra. La hija, la madre y algunos comensales más de aquel restaurante estábamos comiendo las patatas, las mismas patatas. AC, MC y el que suscribe hablábamos sobre el bien y el mal, y sobre la bondad mientras la camarera que servía las patatas sentía el cansancio de la jornada en la conversación que mantenía con el matrimonio de la mesa de al lado. Nuestra conversación era posible gracias al sustento energético de las patatas que creaban en nuestro estómago la alquímica transformación de los alimentos en sustancias imprescindibles para la vida. Mientras ocurría ese proceso, intervine propiciando un breve discurso sobre la diferencia entre materia, vida, mente y consciencia. El problema de la consciencia tenía que ver con el problema de la compasión. Porque tener consciencia es ser compasivo con todo lo que ocurre a tu alrededor en cada momento. Es sentirte despierto y observante con cada detalle, con cada expresión, con cada pensamiento y emoción que se genera a tu alrededor en ese finito espacio-tiempo vivido, sentido y experimentado. Y al estar atentos, despiertos, en continua vigilia, se actúa en consecuencia con todo lo que allí se genera.

Por lo tanto, el acto compasivo consiste en tomar consciencia de todo cuanto ocurre en ese espacio-tiempo y trasladar a ese nodo todos los demás espacio-tiempos que han participado en todo el proceso. Y en ese momento empático, sentir como todo el proceso que ha intervenido forma parte de una Unidad esencial. Y cuando nace la experiencia de esa unidad en cada acto de nuestra vida, sentimos como nada nos pertenece y todo, sin embargo, forma parte de nosotros mismos. Por eso la bondad implica potencia y la compasión acto. La bondad implica incertidumbre y la compasión certeza. Ser compasivos es practicar la bondad en la Unidad, sin dejar un filo de atisbo en todo lo que hacemos, entendiendo el proceso único de cada acontecimiento y fusionando nuestra individualidad en ese océano de preñez continua.

(Foto: Junto a MC y AC en una comida cerca de Ourense).

12 respuestas a «Compasión versus bondad»

  1. Estimado amigo Javier: Todas las religiones conocidas en este pequeño planeta, convergen en dos puntos…amor y comprensión. Esa es la conclusión personal a la que he llegado.

    La bondad es una cualidad inherente esas esas dos grandes premisas.

    El bien y el mal, son consecuencias de nuestros actos.

    Dejemos de culparnos por todo y disfrutemos de la levedad de Ser, ya que el Siendo anda despistado entre Egos y frases para la galería, interesados por una u otra causa o motivo oculto.

    Te dejo un nuevo enlace musical, en donde una bella e inteligente cantante, así lo expresa. Espero que te ayude a hacer la digestión de tantas patatas consumidas entre tan buena gente:

    Rafael

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    1. a lo mejor es que esas tonterías salen del corazón y de ahí la compasión a la hora de leerlas y aguantarlas. En todo caso agradezco el comentario, el cual me alaga y me hace sentir humano…

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    1. Gracias Dolores… los susurros siempre son bienvenidos, y si están dichos con cariño mejor aún. Y además tienes nombre, lo muestras, y así nos reconocemos. besos y mil gracias…

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  2. Javier, te siento bien, celebrando la vida. La cual tiene penas, pero merece la pena vivirla… conscientemente. ¿Compasión? ¿Bondad? Son solo fragancias de la cosnciencia… Saludos de Joon.

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  3. Javier, te refieres en tus post-epístolas a las personas por las iniciales. Estoy intrigado por una de ellas:- ¿ Cuando escribes MC te refieres a Monstserrat Caballé o a otra persona? Gracias anticipadas. Espero tu respuesta.

    Leer tu blog me provoca paz interior y remordimiento por comer carne.

    Chaíto

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  4. Anónimo anterior, creo que no es a Monserrat Caballé a la que se refiere cuando Javier escribe MC, apostaría que se refiere a Mariah Carey, que está mucho mejor que la otra, y en esto de las mujeres el chico tiene buen gusto.
    Saludos.

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  5. Gracias anónimo por responder a mi pregunta.
    Monserrat Caballé sin dudarlo es vegetariana; a la vista está cómo canta.
    ¿Maríah Carey es vegetariana? También tiene buen cante y por tanto pudiera ser.

    ¡ Cuánto aprendemos leyendo en este blog, amigo anónimo! ¡Sobre todo de la vida de los ricos con inquietudes!

    Hay que popularizar el budismo y la filosofía zen al mismo nivel que el uso del microondas y la pantalla plana.

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