Mientras escucho The house of the rising sun llego a la Montaña con cierta alegría contenida. Y la alegría proviene de esa sensación de saber que todo está bien, aunque en apariencia un mundo entero se derrumbe. De saber que has hecho lo que has podido aunque eso no haya sido suficiente para subir a la montaña más alta, o realizar la travesía propuesta. Nada importa, porque el esfuerzo mereció la pena y fue en la derrota donde se conquisto el mundo. Y eso crea una sensación de paz, porque todo se teje más allá de nuestros deseos y obsesiones, más allá incluso de aquello que pensamos o tememos. Nos preocupamos por cosas que inevitablemente están tejidas en otras fronteras, en otras dimensiones que superan nuestro pobre entendimiento. Por eso a veces es mejor dejarse fluir, sin poner resistencias, porque siempre hay un sol naciente que nace en esa casa que más necesita de los rayos reparadores del astro rey. Así que me siento como ese hombre que se deja llevar por la corriente del río. Sin ningún temor a desembocar en el inmenso mar… Porque allí, espera, inevitable, la paz infinita…

Javier,
leyéndote así de mellancólico me pregunto que ha pasado, es como si intuyera la caida de una expectativa, aunque ya se que posees un sistema autorreparador, me preocupa la mochila que visulaizo en tu espalda, o mas bien una cesta con dos asas sobre tu cabeza, llena de verduras y hortalizas, alguna gallina por ahí acurrucada asomando la cabeza y muchas acelgas que sobresalen y con sus largas hojas decoran y permiten dibujar en ellas el entramado de tus pensamientos-sentimientos.
Te mando un abrazo largo y sentido, que espero ayude y colabore a crear un rayito de sol.
M.
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Gracias por tu rayito de sol el cual ya ilumina con gracia la cueva del corazón. No estoy mal, sino todo lo contrario, porque si bien es posible que cayera una expectativa, al hacerlo ha nacido una realidad hermosa…
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Intentar ser fiel a tus creencias, pensamientos, formas de vida…implica en algunas ocasiones ciertas soledades que suelen acompañarlas.
Pero tu eres fuerte amigo Javier. Poco a poco irás apartando mediante una selección personal, lo que te hace vibrar de lo que te hace daño.
Te dejo una bella canción que cantaba en mi juventud de 16 añitos a ciertas bellas mozas, para fardar en inglés en un intento final de ligarlas. Su música y su letra, van mas allá de lo que expresan. Esta vez solo es instrumental…pon la letra que desees tras escucharla:
Un abrazo en tu Alma
Rafael
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…. corriente de un río…dejarse llevar por la corriente de agua fresca… pasar del agua dulce a la salada… esta imagen del frescor y libertad me acompañará, recurirre a ella… que bueno!
bss
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Como tránsito,la vida tiene en el futuro una estación móvil,un horizonte corredizo. Proyectamos hoy,para concretar mañana…y la incertidumbre omnipesente siempre.
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«Mientras escucho llego a la Montaña… «. ¡Un buen tema para acompañar, incluso estar, un mito (duradero…) de aquellos tiempos!
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