Las reglas del juego


La última noche dormí cerca de Aranjuez. No hizo mucho frío ni pasé mucha hambre, como en días anteriores, así que pude afrontar el último trayecto despejado y despierto. Horas antes había paseado solitario por los increíbles jardines del Real Sitio. Allí, en una de las fuentes, había una pareja de ancianas que jugaban a las cartas mientras escuchaban algo de música. La imagen me pareció conmovedora. Me senté a su lado y estuve una hora observando como jugaban, como discutían si las cuentas estaban mal y como anotaban meticulosamente, casi como en un acto sagrado, cada una de las partidas en una libretita roja. De vez en cuando me miraban, al principio con algo de desconfianza y luego con curiosidad. Un tipo solitario, a esas horas, sin hacer nada, medio ausente, medio fuera de sí. Cuando el sol ya se despedía, recogieron los bártulos, las cartas y la radio y se marcharon satisfechas una vez realizado el recuento de puntos. Me quedé sin su compañía, mirando las hojas secas que caían de los castaños y viendo como las parejas paseaban con sus hijos entre bromas, atavíos y costumbres. Había algo de tristeza en esas imágenes. Algo de penuria. Recordé la elegancia del señor Talese y una frase que leí suya en La Contra de días atrás: “la pareja no dura por sexo ni por amor, sino por respeto”. Me gustó la frase y la llevé conmigo todo el viaje. Durante estos meses había apostado por ese tipo de relaciones basadas en el respeto como alto valor, a sabiendas que todo eso de la química y demás son añadidos a veces artificiosos que ayudan pero que a estas alturas del curso ya han dejado de convencerme. Sin embargo, llegar a esa conclusión debe ser cosa de dos. Como esas ancianas que jugaban a las cartas, sabían las reglas del juego y pasaban una linda tarde escuchando música. En las relaciones, sean del tipo que sea, es necesario entender las reglas del juego, y sobre todo, del respeto. Supongo que el señor Talese, viejo lobo, sabrá lo que dice.

7 respuestas a «Las reglas del juego»

  1. Hola querido Javier.

    La pareja dura primero por Amor, un amor maduro, sereno… después por respeto.

    Un abrazo, y a seguir observando los distintos caminos de la vida.

    A querer y a respetarse de verdad.

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  2. Yo entiendo a Talese. El respeto ya lleva implícito una gran porción de amor, cuando aceptamos nuestras diferencias personales y recordamos que cada uno de nosotros tiene derecho a ser quien es.

    Abrazos.

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  3. TALESE sabia lo que decia: primero el respeto, luego el amor, más tarde la amistad y confianza y al final, si no queremos buscar nada nuevo por curiosidad ya que asi somos los humanos, si no queremos buscar nada nuevo repito, durara siempre el pacto de pareja. llevo 22 años con él, no concibo mis sueños sin él, quizas ahora que le conozco mejor le quiera más. besitos.

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  4. Oye Javi, y te has dado cuenta si alguna de las dos viejitas hacía trampillas ??? Seguro q no, por eso contaban y recontaban los puntos…eso es el respeto, desde la identificación y aceptación de lo que ES dejarse fluir…manteniendo, nutriendo las diferencias, las individualidades como sentido de identidad.

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  5. Hay amores que duran, como la contemplación de una estrella fugaz, hay amores que son fruto de un largo camino, no puedo imaginar una amor nacido desde un patrón definido de afinidades… qué o quién nos garantiza la durabilidad del Amor, la Vida… Nuestras expectativas nos hacen olvidar el aquí y ahora como único valor… lo absoluto no se mide con las manillas del tiempo.
    El amor eterno, es el eterno Amando…mientras el universo sigue girando…

    bsss

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