Desde La Montaña


Ayer llegamos tarde a La Montaña. El viaje se me hizo ameno porque C. me acompañó. Nos esperaba el Aguililla con el que compartimos abrazos, alguna pizza y conversación. En cuanto llegué me acosté ya que tenía algo de fiebre y estaba abatido, pero C. estuvo aún un buen rato, hasta media noche, hablando y compartiendo cosas con el capataz de la casa. Hoy presentamos, en la biblioteca del pueblo, a eso de las siete, el libro de una autora local, ya amiga después de compartir tantas y tantas experiencias en este maravilloso mundo de la edición. Esta mañana se me hacía extraño pasear por las calles del pueblo. Sentía cierta añoranza porque este lugar es un pequeño paraíso. Disfruté con C. de una buena tostada con tomate y luego fuimos a la biblioteca para saludar a O. Mi casa seguía en su lugar, esperando el calor humano que ahora sólo recibe de mis visitas esporádicas y las continuas del Aguililla, que encuentra en el sótano de este inmenso lugar un refugio para sus sueños e ilusiones. Esta noche, tras la presentación, volvemos a Madrid. C. sigue buscando trabajo y yo sigo trabajando duro para nuevos proyectos que deberán ver la luz muy pronto. Además, me espera el sueño de la esperanza, el susurro de ese aire que siempre anhelamos cuando todo parece derrumbarse. Se echan de menos los abrazos y miradas profundas, las conversaciones hasta altas horas de la madrugada, los paseos, la complicidad… Aquí todo parece tranquilo, muy silencioso. Las calles estaban hoy vacías. Mañana estarán llenas…

(Foto: Con O y C en la biblioteca del pueblo, en La Montaña)

5 respuestas a «Desde La Montaña»

  1. Fue Luna una bonita presentación…siempre es bonito si la gente que te quiere esta contigo, incluido Javier con su gripe, que viajo desde Madrid para estar allí apenas 24 horas, gracias de nuevo a todos, para C. que le conocí
    ayer, lo mejor de lo mejor, y para los griposos….mucha vitamina C.
    Besitos Andaluces para todos.

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  2. Felicidades por esa nueva presentación, muchos éxitos.
    Suerte para C., en su búsqueda.

    La foto es de postal, todos aplicaditos con los brazos cruzados en la espalda; una sonrisa amplia y generosa, un cerrar de ojos al infinito, una mirada en la lejanía con un fondo de cierta preocupación…
    Todos muy guapos.

    Esa tostada con tomate, y pan de pueblo(espero), igual que regresar a ciertos lugares vuelven a cargarte las pilas para seguir caminando en estos caminares tan dispares.

    Eugenia espero poder leer algo de tus escritos en mi próxima vuelta por Andalucía. Y cierto, vitamina C, también jengibre, propóleo y echinacea… asi como muchos abrazos amorosos y con calor de verdad.
    Sopitas calentitas y comiditas de la abuela que nos generen calor interior.

    Mucha suerte a todos con vuestras ilusiones y esperanzas.

    Besos

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