Discernir


Estimada A.,

Antes de ponerme a preparar las clases en la universidad, no quería pasar sin seguir con la promesa de continuar un poco más. Como te decía ayer, es tan profundo tu mensaje, que necesitaría años para poder averiguar sobre sus interrogantes. ¿Y sabes por qué creo que pasa todo esto? Creo que nuestra timidez, porque me consta que tú también eres tímida, como yo, hace o hizo que empleáramos mucho tiempo en bucear en los misterios y caminos de lo interior, de la introspección. Al no poseer una buena relación con el paisaje externo, con el mundo que nos rodeaba, buceábamos en exceso dentro de nosotros. Eso trajo inconvenientes y ventajas. El inconveniente es que nos perdimos en el contacto con la realidad y con las personas. A los tímidos nos suele ocurrir que nos cuesta relacionarnos con lo demás, con los demás. Carecemos de habilidades sociales, como dicen los psicólogos. La ventaja es que gracias a ello, hemos crecido interiormente en exceso, y eso ha desarrollado otro tipo de valores hacia la vida. Lo finito nos aburre, y como decían los pitagóricos, tenemos sed de infinito. El vacío existencial del que hablas es haber llegado a esa conclusión, pero en su polo negativo. Intento entender que existe otro polo, al que llamaremos ingenuamente positivo, y que nos aproxima al deseo de vivir precisamente para eso, para intentar abordar ese infinito que se nos escapa. Entonces el vacío empieza a llenarse y el universo parece querer conspirar con nosotros. Todo conspira para que comiences el verdadero camino de la vida, el camino real del que hablábamos ayer.

¿Sentido a la vida? ¿Tiene sentido que dos amigos se escriban después de más de una década y empiecen a profundizar sobre la vida? El único sentido que yo le encuentro es que el corazón parece palpitar más deprisa y la sangre parece que vuela por entre las venas. Eso produce una sensación de placer pero también de emoción contenida, de alegría, de casi elevación hacia otro estadio de cosas. E imagínate que esa sensación pudiera multiplicarse todos los días con pequeñas cosas: haciendo la comida, mirando un paisaje, contemplando sonreír a cualquier humano, apreciando el momento de cualquier charla… Imagínate que la sangre corriera así de deprisa en cualquier circunstancia… ¿qué mayor sentido tendría la vida que el disfrute constante de todas esas pequeñas cosas?

Si te soy franco, ahora te está hablando mi parte más optimista. Durante muchos años he estado lleno de sueños y luchas por conseguir todos esos sueños. Recuerdo que en la época en la que te conocí, soñaba con encontrar a la mujer de mi vida. Con los años, descubrí que la mujer de mi vida había llamado muchas veces a mi puerta y yo la había rechazado. Porque el miedo, o quizás la timidez, me alejó siempre de momentos que sin duda hubieran sido inolvidables. Y siempre la misma pregunta… ¿qué hubiera pasado sí…? Pero para eso está la experiencia… Ahora, cada vez que tengo un sueño no le cierro la puerta, sino que se la abro, y también las ventanas, y todo lo que haga falta para conseguirlo. Por eso ahora estoy haciendo el doctorado y dando algunas clases en la universidad. Formaba parte de mi sueño… También el mudarme de lugar de residencia una y otra vez, con tal de aprender y seguir creciendo.

Si sigo desnudándome, ahora me veo en una difícil encrucijada. He conseguido muchas de las cosas por las que había soñado. Al menos las cosas materiales. Y necesito una renovación interior, un cambio de ropajes que no sé como afectará a mi vida. No me puedo quejar de mi vida porque es lo que siempre había soñado, pero… ¿qué me ocurre que siempre necesito más? Como dice el poema de Walt Whitman: “Hoy, antes del alba, subí a las colinas…»

Amiga, he ganado estas alturas sólo para seguir adelante… Pero te aseguro de que ese adelante está lleno de interrogantes, preguntas sin resolver, cosas que deberé aclarar en mi viaje a Los Ángeles. Allí, en solitario, divagaré hacia donde quiero seguir mi viaje infinito…

¿Quién soy? Es que amiga, tus interrogantes no son sencillos. Además, media humanidad lleva tras ellos desde el origen de los tiempos. Habría que releer a los clásicos para darnos cuenta de cuan inútil fue su búsqueda al intentar responder a esa pregunta. ¿Crees que nosotros lo vamos a conseguir? Creo que eso nos angustia a todos. Sin embargo yo he preferido cambiar el interrogante: yo que deseo ser un ser vivo consciente y despierto, ¿qué me pide el universo que haga? ¿Cuál es la intencionalidad, el propósito de mi existencia despierta?

¿Qué hay que buscar cuando se medita? Me preguntas… Esa sí que creo saberla: el discernimiento. Discernir lo que es correcto de lo que no lo es, discernir lo que es positivo, discernir lo que nos sirve realmente de lo que no sirve en ese nuestro particular “camino”. Tú practicas artes marciales. Y casi todas pretenden algo similiar: la perfección en el Do, en el camino. Cada una con sus técnicas pertinentes: Ai Ki Do, Tai Khon Do, etc… Cuando disciernes en ese tipo de artes, sientes la fuerza, y con esa fuerza interior que va creciendo dentro de ti, puedes manejar mejor las energías externas que pululan de un lado a otro. Y la inteligencia en acción, mediante el estudio, la meditación y el servicio, completan ese ciclo maravilloso llamado existencia. El Do, el camino, solo es posible si empezamos a caminar en él. Y la perfección que las Artes nos proporcionan, hacen de ese camino un lugar lleno de satisfacciones. Esa creo que es la finalidad de la meditación. Al meditar, te alejas de lo superfluo y te acercas a lo verdadero, a lo real. Y entonces, comprendes…

Lo importante no es llegar a la pura consciencia… Lo importante es comenzar su búsqueda, comenzar a caminar en ella, a discernir, a indagar cuales son los motivos por los que la Vida nos ha parido en este mundo. Llegará un día en que empezaremos a sentir esa vida dentro de nosotros y a comprender ese propósito… Y ese día maravilloso ocurrirá el milagro de la acción… De caminar ligero de equipaje pero lleno de buenos propósitos, para contigo, para con tu familia, para con tus amigos, para con el mundo… Ese día la muerte dejará de preocuparnos, porque estaremos excesivamente ocupados en la vida.

Espero amiga, y solo deseo esto, que mis palabras solo desencadenen cosas positivas en tu vida. Espero que sirvan de bálsamo, y no de tormento.

Por lo demás solo agradecerte el que sigas ahí. A veces pasan personas en tu vida que ya nunca puedes olvidar, aunque pase la distancia o el tiempo. Esos que siempre permanecen despiertos dentro de ti, esos son los imprescindibles. Así que me alegro de que tú siempre, de alguna u otra forma, permanecieras.

Un abrazo amiga.

(15-5-2006)

7 respuestas a «Discernir»

  1. La vida es mucho más sencilla, es dejarse llevar, vivir el momento, saborear las cosas bellas y dulces, aquellas que nos gustan y nos hacen vibrar, y agarrarse fuertemente a ellas, desechar cuanto antes, las que no lo hicieron, la timidez es el obstáculo… vencerla, es el reto, alguien me dijo una vez (SERAS SI QUIERES SER… Y QUIERES CREERTE SER) entonces empezaras a ser TÚ.
    Besitos.

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  2. Es verdad, el hombre es insaciable. Quizá en ese trayecto llamado evolución consigamos ser más genuinos con respecto a nuestro propio reconocimiento y, a partir de ahí, sabremos manejarnos mejor en esta vida.

    Cuando la timidez deja de preocuparte, empieza a disiparse. Evidentemente, siempre quedarán bellos rastros de ella.

    🙂

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  3. Un abrazo amiga.

    (15-5-2006)

    Y todo sigue igual?

    La sencillez es la magia de la vida.

    Muchos nos encontramos dormidos durante décadas, no queremos despertar, ni tampoco que nos despierten porque nos gusta disfrutar de nuestros particulares sueños, queremos darle nuestro color peculiar no el que la realidad te pinta…
    No queremos sobresaldos, porque ya hemos vivido unos cuantos, decidimos seguir soñando y si es posible y queremos enfrentarnos con nuestra propia verdad.
    La vida es un camino de ilusiones y sueños, de metas y proyectos, para al final darte cuenta que todo es muchos más sencillo que la propia búsqueda…
    Si somos sabios podemos percibir que todo se encuentra en nosotros, en nuestro interior.

    «Que cada uno de vosotros sea su propia isla, cada uno su propio refugio,»
    BUDA

    Gracias por compartir.

    Un abrazo y un beso desde la lejanía

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