Desde La Montaña…


Hoy ha sido uno de esos días en los que mejor no levantarse. Goteras en la casa, accidente de coche, rotura del disco duro donde tenía media vida almacenada… En fin… para qué contar penas si para penas, las del mundo… Así que aquí estoy, más solo que la una, escuchando de fondo, como única compañía y música celestial, el sonido del lavavajillas. Tras un largo paseo por la Montaña intentando organizar el cúmulo de desgracias que pueden producirse en tan sólo un instante, pero intentando pensar que aún podría haber sido peor y que según la ley de Murphy, mejor me quedo quieto porque las cosas aún pueden empeorar. Porque el accidente, al fin y al cabo no ha sido grave excepto rotura de parachoques y otros desaliños. Lo de la pérdida de toda la información de la empresa, de la tesis y todo lo demás que ya ni recuerdo, tampoco es tan grave cuando ya has pasado más de una vez por ese trance y miras con egoísmo las desgracias que ocurren en el mundo donde todo lo pierden…

Recuerdo que a finales de agosto tuve unas semanas parecidas. Algo iba mal en lo interior y se plasmó en lo exterior. Quizás ahora ocurra lo mismo. Pero la experiencia pasada sirve para tomarme las cosas con más calma, y saber que detrás de cada bache siempre viene un cúmulo de situaciones milagrosas. Así que intentaré sortear de la mejor manera estas circunstancias y esperar a que el milagro ocurra. Al menos me quedaré con el consuelo y la compañía de esta bella frase de Beethoven:

“¡Actúa en vez de suplicar! ¡Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.”

 

4 respuestas a «Desde La Montaña…»

  1. Anino Javier, a seguir… merece la pena.
    Después de una tormenta llega la calma, tardara mas o menos, siempre en algun momento vuelve a brillar el sol.

    Hoy he estado en el juzgados, tenia una citación como propietaria de mi vehículo, que un día deje aparcado durante uno de mis viajes a España, lo deje en la estación del pueblo durante diez dias (no volveré hacerlo mas), cuando regrese de mi viaje no percibi nada extraño, pasados unos meses recibi una carta de la policía comunicándome que habian intentado romper uno de los critales del coche, alguien cercano a la estación desde su casa escucho ruidos, salieron y cogieron a un joven intentanto romper la luna, llamaron a la policia y fue detenido; la policia me invitaba a presentar denuncia, al no querer hacerlo, ellos se ha presentando como acusación— me han citado a declarar a mi y las personas que lo detuvieron, que hasta el dia de hoy no habia tenido el gusto de encontrarme con ellos.

    La sorpresa ha sido el lugar, los juzgados tan diferentes a los españoles, habitaciones pequeñas tipo despacho, nadie en los pasillos y un ambiente de tranquilidad… cosa que no he percibido nunca en España.

    La segunda sorpresa ha sido que esta persona acusada no ha acudido por la huelga de trenes—como nos hemos desplazado hasta el lugar desde unos 20km., tenemos los gastos pagados de el día de hoy, y de la siguiente.
    Me han desplazado para el mes de Mayo (sin fecha concreta), les he comentado que seguramente estaré en España, y en el Juzgado me han dicho que si estoy en España me pagaran el pasaje de avión de ida y vuelta para acudir a la cita; me han pedido mi número de cuenta para hacerme la transferencia de los gastos ocasionados.

    Esto del coche ocurrio no hace todavía un año, fue en Junio.
    He quedado impresionada con la gestión, el trato y la organización.
    Lo mismo ocurre aquí con hacienda, el trato con la administración es muy de tú a tú.

    Sali de casa temprano y algo molesta por esta cita, pero he vuelto contenta y agradecida por la gestíon y el buen hacer de todas las personas que han intervenido… el paisaje de vuelta lleno de luz, un sol primaveral, la alegría de los pájaros preparando sus nidos, los campos comienzan a florecer y llenarse de vida.

    Hoy agradezco a la vida lo que tengo, intento disfrutar y dar gracias por cada instante, e intentaré recordar que las cosas que no me gustan esta en mis manos cambiarlas.

    A mi me suele ocurrir que cuando no estoy bien, cuando sé que algo debo cambiar y cuesta tomar esa decisión, pero sé que tarde o temprano hay que hacerlo, se suele quemar casi todo lo que cocino, quemar, quemar… en las últimas dos semanas he quemado sin ser consciente (o si), cuatro ollas?

    Somos unos privilegiados, podemos elegir, tenemos salud, gente que nos quiere… demos gracias, aprendamos y continuemos con ilusión y amor.

    Javier mañana será un día diferente y seguro que mejor.

    Un abrazo desde Unter den Linden

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  2. Estimado amigo Javier, espero que ya esté volviendo las cosas a su cauce normal, Un mal día lo tiene cualquiera.

    Si quieres, me ofrecco para intentar recuperarte la información del disco duro, ya que tengo alguna experiencia en recuperar datos borrados por diferentes causas. Ya sabes mi teléfono, para lo que quieras aquí estoy, y ánimo. Un abrazo

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  3. ! ay! mi pequeño cajón desastre… andas siempre como loco sin parar, y a veces la vida misma te para, porque es ella quien no puede seguir tu ritmo,
    ya veras que mañana sale el sol también para ti, besitossssssssssss

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