No hay amor sin misterio


La mañana había transcurrido con mucho ajetreo debido a que Julia y yo debíamos bregar con las correcciones de más de cien poetas para un poemario muy especial que estamos preparando. Cien poetas que nos escribían ilusionados por el librito que pronto verá la luz (Poetas del 15M) y que ha supuesto un trabajo ingente. Y esos cien autores se entremezclaban con la visita inesperada de docenas de pájaros de todas clases que de repente hicieron parada en el jardín. Estaba acostumbrado a las golondrinas, las cuales entran en casa por una ventana y salen por la otra como si estuvieran en campo abierto. Pero la visita mañanera me sorprendió por lo inusual. Así que el día, todo el día, transcurrió a caballo entre poesía, poetas y aves del cielo. No está mal. Horas agradables con una temperatura agradable.

Por la noche vino a visitarme R., un autor novel y amigo. Me contaba lo feliz que estaba por la experiencia de haber editado su primer libro. Hablábamos de la angustia de los autores noveles, de su intenso deseo de editar su obrita y de lo afanoso que resulta, una vez cumplido ese sueño, seguir la senda de la escritura. Se llevó de casa uno de los primeros ejemplares de “Ama hasta que te duela”, cosa que me hizo ilusión, ya que el vivió en primera persona, cuando yo andaba por Alemania, ese amor doloroso.

Ayer, que empezó de nuevo a despertar la llamada de la aventura y a dibujar en el mapa lugares posibles para visitar, viajé de un lado a otro explorando con la imaginación aquellos sitios donde ir. Curiosamente el libro de R. está ambientado en la verde Irlanda, en la ciudad de Malahide, en el condado de Fingal. Allí transcurren los hechos de su historia, un lugar que no conozco y que quizás visite próximamente. También tenía programado, por temas de tesis, un viaje al sur dela Indiapara terminar de perfilar algunos flecos antropológicos. Veremos a ver si las circunstancias presentes y futuras lo permiten ya que se presenta un año muy movido en muchos aspectos.

Y bien, la buena noticia es que como ya sabéis “Ama hasta que te duela” ya está en casa… Ahora empieza un nuevo reto, porque este libro será una especie de transición en mi vida literaria. Una especie de puerta abierta para que Alexandra crezca en mis adentros y siga produciendo momentos únicos y misteriosos. Y digo misteriosos porque no hay vida sin misterio, y el misterio es un subproducto del amor, porque sólo amamos lo que encierra un secreto, solo amamos lo que nos hace sufrir por alcanzar la puerta de todo misterio, como nos recuerda el Tao. Por eso no hay amor sin dolor y no hay amor sin misterio. Por eso, ama hasta que te duela… produciendo momentos en los que la gestión del misterio pasará inevitablemente por comprender la síntesis del amando…

(Foto: cuando entras en mi casa, lo primero que ves justamente en frente es una reproducción de  «El Hombre de Vitruvio», de Leonardo Da Vinci).

2 respuestas a «No hay amor sin misterio»

  1. Un encuentro curioso (para mí).
    R. a quien conozco desde niño (yo) pero cuya personalidad y sentido de la vida es un misterio para mí. (PD. de quien más gorros te ha puesto).
    Y Javier, con quien no me he cruzado nunca pero tengo la impresión de conocer como sólo se conoce a personas muy cercanas. Como un libro (blog) abierto.
    Un abrazo a ambos, creo que los dos sois personas buenas. Os deseo cosas buenas.

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