Soit ici soit à la fin du monde…


Hoy me escribía bellas palabras con M., diplomática catalana que ha vivido cuatro años en Madrid y que contaba lo complicado que es pensar en esa ciudad cuando internamente hacía relaciones con ella. La verdad es que a ambos nos ha servido de terapia porque tengo una sensación parecida que intento gestionar como puedo.

Joven, hermosa, madura, entregada a las causas que merecen la pena, se perfila en la ambición de conseguir la felicidad en todos los sentidos. En el amor, en lo profesional, en la vida. Hablábamos de lo difícil que resulta encontrar el justo equilibrio en las relaciones de pareja. Compleja esa delgada línea que separa la entrega total de la exigencia, el amor incondicional del recelo, las angustias y los miedos. Ella se siente traicionada, pero aún así, ama terriblemente a ese hombre. Me ha parecido loable que a pesar de todo lo vivido aún posea ese sentimiento noble y sincero. Todo un ejemplo de renuncia y amor. Y cuando ese amor es puro y nace del corazón, ya nunca puede ser olvidado, ni por un lado ni por otro. Y al final, cuando pase el tiempo, siempre lo recordaremos como un regalo del cielo, como un don que nos fue dado, como una práctica silenciosa que nos llevó por el camino bueno.

Ahora toca luchar y resolver con prudencia y fortaleza estos momentos. Reconstruirnos como personas, cerca o lejos de Madrid, fuera o dentro de nosotros mismos. Cada día nos vamos reconquistando un poco más querida M., así que me quedo con tu bella frase de despedida: “nos vemos pronto, soit ici soit à la fin du monde”,y que así sea…

(Foto: mientras esta tarde comía croquetas vegetarianas congeladas y hechas por mi madre este agosto y escuchaba las noticias del telediario intentaba poner orden en el sistema de facturación que por algún motivo estaba enfadado conmigo. Será la crisis…)

6 respuestas a «Soit ici soit à la fin du monde…»

        1. ejemplo de generosidad la tuya, que siempre estás ahí apoyando a estos locos de atar en la misión imposible de espiritualizar el mundo, de llenarlo de cultura y arte, de belleza y delirio crédulo sobre la posibilidad de un mundo nuevo… Gracias de corazón por estar ahí, en lo bueno y en lo malo…

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  1. Las croquetas de tu madre!!!!!

    Que recuerdos, aunque para mi, las que hace de pollo y dejate de verdulerismos.

    Dale un abrazo a tu madre cuando la veas de mi parte y un millón tuyos… Que madre no hay mas que una y que haga croquetas como las suyas menos!!!

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