Ayer noche se rebasaron todas las previsiones. Más de ciento cincuenta comensales arroparon el acto solidario con la fundación Ananta. En un nuevo acto de humildad, los patronos y voluntarios ejercieron de camareros y cocineros. Me gustó ese ejemplo de servicio hasta en los más pequeños detalles. La organización del hotel Princesa de Éboli, con su gerente Susana a la cabeza habían hecho de esa una noche bien mágica.
Todos disfrutamos del momento y tuvimos la oportunidad de saludar y abrazar a unos y otros. Los datos del hambre en el mundo, explicados por José Luis al final de la cena daban un claro ejemplo de que todo está al revés.
La hermosa María nos trajo un trozo de Calcuta y la emoción recorrió la sala. Nuevos proyectos y nuevas metas para que la solidaridad siga campeando en nuestras vidas, así que os invito a todos a participar activamente con ello:
http://www.fundacionananta.org/coloresdecalcuta/index.php/component/content/frontpage
Llegamos a casa casi a las dos de la noche con un muy buen sabor de boca y felices y satisfechos por ver como, en boca de Joaquin, existe mucha gente buena con ganas de aportar su semilla de bondad. Que así sea y que este mundo nuevo que todos deseamos llegue pronto. Gracias de corazón a todos los que hicieron posible un acto como el de ayer…
Cualquier aportación, por pequeña que sea aquí, allí, en el otro lado, hace mucho… Animaros todos… merece la pena…
CREANDO UTOPÍAS 
Me alegro enormemente por el éxito de la convocatoria de ayer por la noche y de que todos pasarais un estupendo rato lleno de buenos y emotivos momentos.
Asimismo os quiero dar, a todos los que formais parte de Ananta, mi más sincera felicitación y apoyo por tanto que haceis por lo demás y por vuestra disposición de ayudar a los que necesitan tanto.
Para mí, sinceramente os lo digo, sois todo un ejemplo de generosidad, bondad y humildad que, aunque parece que escasean en este mundo convulso, afortunadamente, todavía existen. Siempre hay que fijarse en lo bueno y en lo positivo, pienso, porque lo hay.
Por contra, nunca hay que caer en la desesperación ni en el pesimismo en relación al ser humano porque es capaz de grandes muestras de altruismo y bondad, en mi opinión.
Muchas gracias, Javier, por tu edificante texto y por recordarnos la fantástica labor de Ananta.
Un afectuoso abrazo para todos en especial para tí, Javier y para Joaquín.
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lástima que no hubiese podido asistir…, lástima, por que no me hubiera importado servir a los demás…
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