Dación en pago


 

Non nobis Domine, non nobis, sed Nomine Tuo da Gloriam

Construir, conservar, destruir. Así fluyen las tres principales fuerzas de la vida. Con 38 años lo he experimentado ya varias veces. Y hoy tocaba una decisión dura para el ego, para la personalidad que siempre desea crecer y conservar. Tocaba la renuncia.

En un cálculo aproximado, la renuncia consiste en perder más de 275 mil euros en recursos propios, es decir, todos los ahorros de esta vida, al menos los que había traído desde Barcelona y toda la inversión que en estos cinco años había hecho en este lugar.

Esa, más un crédito de algo más de 300 mil euros era la riqueza que había invertido en una casa que hoy he abandonado. He tardado dos años de profunda reflexión y lucha interior en tomar la decisión. Y lo he hecho con cierta dignidad, sin deber ninguna letra al banco, teniendo la hipoteca al día, alejado de las penurias y los desvelos de años pasados. Con la cabeza alta y el paso firme. Borrón y cuenta nueva. Volver a empezar, volver a nacer.

Técnicamente lo llaman dación en pago. Consiste en renunciar a la propiedad a cambio de la deuda contraída con la misma. En mi caso es renunciar a una propiedad en la que he invertido más de 575 mil euros a cambio de una deuda de 300 mil.

Pero esto tan solo son números. En estos cinco años de luchas continuas, de emociones, de lágrimas, de sueños y pesadillas, ha habido un desgaste considerable. Pero sobre todo, ha habido un aprendizaje increíble.

Por eso, ahora que las cosas iban bien, he decidido dar el paso. Ahora me siento con fuerza para volver a empezar de nuevo. ¿Dónde? ¿Con quién? El vasto océano de la experiencia se abre de nuevo ante mí. Y cierta emoción interna recorre mis adentros. He tardado dos años en desapegarme definitivamente. Lo de hoy tan sólo era un acto simbólico, un trámite necesario. Una firma en un papel con el que renunciaba a todas mis propiedades en la tierra. Ahora, libre, solo me queda conquistar el cielo.

14 respuestas a «Dación en pago»

  1. Te deseo todo lo mejor, hagas lo que hagas, Javi.
    Yo también pienso, al igual que Joaquín, que vienen buenos tiempos … al menos nunca nos faltará la esperanza …
    Y además, habiendo vida y ganas de luchar y talante positivo, siempre se sale adelante, creo yo.
    Mil gracias por tu texto.
    Un fuerte abrazo para tí, extensivo para todos.

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  2. Querido amigo, de corazón te diré que siento muchísimo la decisión que has tenido que tomar, no tengo nada, pero si un sillón, (como tú sabes)en donde puedas estar todo el tiempo que tú quieras.
    Un besito enorme y un abrazo apetuñao.

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  3. Eres un valiente y has trazado una muy buena ruta, lo siento así…Estoy segura que la vida te va a sorprender con buenas nuevas 🙂
    Un fuertísimo abrazo querido Kili del alma 🙂

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  4. Espero y sobre todo deseo que conquistes el cielo. Hoy después de esa decisión eres mucho más libre de lo que lo eras ayer. De sobra esta hacer mención a que mi mano siempre esta tendida.

    Un fuerte abrazo y mucho mucho animo!!!! Muakssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss(hasta el infinito)

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  5. Me parece una decisión muy acertada… sólo es dinero.

    La libertad que te da saber que no tienés nada, que nada ni nadie te mantiene atado, que puedes volver a volar a lo más alto de la cima, si te apetece y quieres bajar, de no ser asi, puedes quedarte alí para siempre en las atalayas de las cumbres para ver la vida pasar y volver a estar en la tierra si asi lo requiere ese Dios que habita las alturas, que vive dentro de nosotros.
    Puedes ser pájaro, tortuga, hormiga, gusano, flor, mariposa.. tender tu mano amiga, dejar la huella de la existencia, pedir un te quiero, un beso y un abrazo, puedes alcanzar lo que quieras…
    Puedes volar, pues vuela.
    Mucha suerte querido Javier, aquí estoy en mi jardín.
    Un gran abrazo.

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  6. Somos esperanza, tenemos esperanza en todo lo que inevitablemente tenga que suceder, como esa niña etíope que se aferró a la vida y encontró el apoyo incondicional de esos ángeles salvadores.
    http://www.creandoutopias.org/2011/12/eres-esperanza/

    Tal vez sea el momento de volver. Y no con la mente sino físicamente.

    Si algún día pasas por Valencia… aquí estaré con galletas y tortilla de patata.
    Un fuerte abrazo y ánimo.

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  7. Querido Javier.
    Ayer leía con cierta angustia esto. Lo he pasado mal por ti, porque te conozco y se no son solo números. No es entregar un bien material para saldar tus deudas si no que además del bien material has entregado un trocito de tu corazón, de tus sentimientos. Los arboles, tus arboles, lo que construistes desde tu corazón… en fin, que te voy a contar que tu no sepas. Lo que si quiero que sepas que aquí estamos los que te queremos de verdad, y si así lo crees necesario, danos un número de cuenta para que te podamos echar una mano, cada uno a medida de sus posibilidades. Te lo digo en serio, si necesitas ayuda y nosotros te la podemos proporcionar no dudes un instante en pedirnosla.
    Un abrazo y ojalá esto te haga ser cada día más fuerte.

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