Carpe Diem


Estimado L.,
tras pasar la noche y el día de reyes con M., su siempre inspiración me sirvió para hacer un fugaz viaje hasta Madrid y reconciliarme con la vida, la bella vida. Con ese acto renunciaba definitivamente al pasado, el cual había estado unos meses luchando hasta la muerte por volver, y renunciaba también a la vida palaciega que me ofrecía. Me sentí en cierta forma algo libre. Me reencontré con cierta esencia de libertad.
Días más tarde, reflexionaba sobre el futuro. Y el futuro se presenta como una tabla rasa en la que cada día podemos dibujar un paisaje diferente, distinto. La reflexión y la conclusión me llevó a que esta mañana diera en dación en pago mi casa al banco.
En lo espiritual no ha sido una decisión dura. Renunciar a los apegos, a las cosas materiales es algo que aprendí hace ya algún tiempo cuando, por cosas del camino, descubrí que lo más preciado que tenemos siempre es la frágil y volatil vida que respiramos cada día. Así que en cierta forma me siento de nuevo doblemente liberado, porque realmente no he perdido nada que valga la pena excepto el esfuerzo material de la mitad de esta existencia, y a cambio creo que he ganado mucho. Especialmente en valentía, dignidad, libertad y honor. Especialmente en la oportunidad de reinventarme de nuevo, ahora empezando de cero. 
Así que nuestro querido carpe diem se refleja con cierta profundidad en estos días de decisiones duras pero decididas. Un momento difícil pero que asumo con cierta tranquilidad interior, dando largos paseos por la campiña, por el monte, pero sobre todo, por las oquedades del interior. 
A partir de mi vuelta de República Dominicana empezaré a buscar un nuevo lugar. Quién sabe, quizás en el norte de España. No descarto Cantabria, Galicia, pero sobre todo, Asturias. 
M. me ofrece algún lugar en Galicia. Lo valoraré… Pero Asturias parece la más ideonea. Estoy algo cansado de este viaje por tierras del sur, o mejor dicho, de las cosas que han pasado en esta hermosa tierra a la que le estoy agradecido por todo lo que me ha dado y enseñado. Han sido cinco años llenos de experiencias increíbles. Ahora necesito viajar de nuevo hacia el septentrión y renacer en una nueva tierra, en aquella tierra prometida que los utópicos de todos los tiempos buscaban sin parar. 
Ya te contaré a la vuelta del Caribe. Mientras, seguiré paseando con la grata compañía de Cioran y Schopenhauer, los cuales me acompañan en las lecturas a media tarde. 
un abrazo sentido…
J. 
(Foto: contemplando mi casa desde la distancia. Cuando entre la muerte y nosotros ya nada se interpone, lo único que nos queda es vivir profundamente nuestras vidas).

3 respuestas a «Carpe Diem»

  1. Querido Javier,
    Seguro que el futuro te deparara cosas buenas, te las mereces. Sobre todo estabilidad y centro.

    Te voy a echar muchísimo de menos, no te imaginas cuanto.

    Que todo sea para bien querido Javier.

    Un abrazo muy sentido y muy grande.

    Te Quiero Javier!!

    Jaime.

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  2. Pues yo valoro mucho tu decisión y coraje porque siempre me gustó ser más decidida y sé que se me han quedado muchas cosas, y se me quedaran, por hacer.

    Conozco a personas de Asturias y son encantadores 🙂

    Felicidades a los M. (hoy es su santo)

    Me encanta leer los mensajes que tú y Joaquin «lleváis/obligáis» a escribir a otras personas 🙂 Es como arropar de sentimientos las redes sociales.

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