En tránsito


Se acaban de ir las últimas personas. Se han llevado el frigorífico nuevo, la vitrocerámica nueva, algún cuadro que compré en un monasterio de Cantabria, algunos recuerdos de la India, la tabla de ejercicios, bicicleta, estanterías recién montadas, ordenadores que han levantado una empresa, algunas cosas que solo de pensarlo se me revuelve todo no sólo por el cúmulo de recuerdos, sino por el cúmulo de energías que se van con ellas. Cuando he visto de noche como la nevera hacía un nuevo viaje cargada en un gran todoterreno he sentido algo extraño. Realmente no estoy apegado a las cosas, pero este proceso de total desapego, de pérdida de casa, de hogar, de recuerdos, de vivencias y de magia acumulada tiene sin duda un algo que trasciende de forma increíble.
Hoy recibía casi dos mil visitas en el blog. Tenía en la cuenta de correo cientos de mails interesándose por alguna cafetera o alguna silla o alguna estantería. Me hubiera gustado tener todas esas ciento de cafeteras y estanterías que solicitaban y regalarlas una a una mirando a los ojos de quien las necesita. Como si fuera una ofrenda, como si fuera un trozo de alma que se despega y se comparte. Ahora puedo entender cuando hay un huracán y se pierde todo. Es una sensación extraña que me ha hecho recordar esa frase de Krishnamurti que dice eso de que cuando estamos libres de temor hacemos exactamente lo que deseamos. Solo somos libres si arriesgamos, no podemos ser esclavos de nuestros apegos y nuestros miedos. El coraje y la fortaleza de estos días han sido la enseñanza de esta prueba. Pero también la intuición de que todo esto era necesario.
Me ha sorprendido el pequeño terremoto que se ha originado en este apacible pueblo. Ha venido mucha gente interesándose por lo que ha pasado, dándome su apoyo. El teléfono no ha parado de sonar. No he podido contestar todas las llamadas entre visitas continuas. Así que desde aquí os doy mil gracias por vuestro interés y preocupación y sintiéndome realmente afortunado y rico por dentro, que es lo mejor que le puede pasar a un ser humano.
Por cierto, ¿qué podemos hacer con estos dos grandes amigos que han vivido esta experiencia desde su perspectiva? Estos perros que estaban abandonados han vivido como reyes estos últimos meses… ¿alguien desea cuidar de dos increíbles criaturas cariñosas y agradecidas?

10 respuestas a «En tránsito»

  1. Javier, creo que decía Manuel que lo que más penita le daba, eran esos dos animalillos que tienes abrazados, comparto con él el mismo sentimiento, son cariñosisimos, me gustaría que tuvieran un dueño que les mimase y cuidase como tú lo has hecho. Recuerdo que uno de ellos se vino detrás de nosotros cuando fuimos a dar una vuelta parar conocer Hornachuelos y que en un tramo del camino se atemorizó porque otros perrillos le ladraban, y el buenazo de Manuel, para que no le hicieran nada, lo cogió en brazos y estuvo casí todo el camino con el, hay una foto por ahí de los dos juntos :), uff!! bueno dejemoslo, seguiremos hablando… Besos a los dos

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  2. Javier, recuerdas que me habías reservado una cama para el próximo encuentro, por haberme perdido el anterior? Pues ahora soy ya la que he reservado una para tí, en el Duratón, nos vamos a ver pronto, verdad?

    Te he llamado, aunque sabía que era poco probable que me pudieses responder, por eso cerré los ojos y te ví en una colina muy altaaaaa, allí estabas, enorme y con esa sonrisa tuya que hoy ha removido muchas almas, y yo te envié mis pensamientos.

    Ánimo, querido amigo !

    María S.

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  3. Es difícil eso del desapego, más aun cuando son seres vivos los que hemos de «dejar». Espero que los perritos encuentren un lugar tan maravilloso como ese, seguro que sí.

    Hay cosas que no nos decidiríamos nunca a realizarlas, sin embrago, en algunas ocasiones las circunstancias de la vida nos «obligan» a ello y eso es un paso hacia adelante, un empujón necesario para pasar una etapa ya acabada y no quedarnos estancados en ella.

    Este es otro de los momentos que la vida te ofrece para ese necesario cambio, simplemente tienes que… vivirlo 🙂

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    1. Esos perros no son míos, no les pertenezco ni ellos me pertenecen… Llegaron hace un par de meses, no están en el lote, son libres… llegaron y me han hecho compañía… nunca les he pedido nada y ellos a mí tampoco… Ahora no podrán seguirme, seguirán libres, como los encontré, como son, como serán…

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      1. Vale,lo entiendo,no pretendo entrar en polémica.Pero en mi pueblo los perros que no tienen dueño, se les lleva la perrera y ya sabes…
        Los amigos llegan siempre un día…
        No digo más por que se me va a mal interpretar.
        Mi familia y yo te deseamos lo mejor en tu nueva singladura.

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  4. Vente para Galicia, Javier, que aquí se vive muy bien. Además de los montes que tanto te gustan, tenemos unas playas hermosas y limpias. Yo echo de menos el calorcito, pero creo que a ti te gusta el frío.

    Queríamos ayudarte y eres tú el que nos has ayudado, al menos a mí. Son muchas las enseñanzas que nos has brindado estos días. Todavía estoy tratando de asimilarlas.

    Muchas gracias.

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  5. Levantar una casa es tarea difícil, en especial por la cantidad de recuerdos que se mueven… pero tu hogar te seguirá allá adonde vayas…
    Eres especial !!!
    Un abrazo fuerte…

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