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Un hombre rebelde es un hombre que dice No


Es importante ser prudentes cuando damos pasos de gigantes. Hace unos años decidí deshacerme de las tarjetas de crédito. Quería ser coherente con cierta forma de pensar, con cierta forma de sentir y empecé poco a poco a practicar ciertos principios que consideraba importantes. Mañana lo haré de la hipoteca. Con ese paso, estaré libre de cosas que no me pertenecen y me ganaré el pan con el sudor de la frente, y no con el fácil e ilusorio crédito que tan maniatada tiene a esta sociedad. Será un paso importante para librarme de la pesadez de tener que estar esclavizado al crédito para vivir dignamente. A partir de mañana la dignidad se medirá de forma diferente, más libre, más honesta, sin intermediarios.

Hoy toca limpiar la casa para entregarla de forma digna. Dar de baja la luz, el agua, el teléfono… Quizás estas sean las últimas palabras hasta que de nuevo encuentre Internet por alguna parte. Muchos se extrañan que no sienta pena ni tristeza por la pérdida. Es natural, no siento que pierda nada, sino que gano mucho. Esta experiencia me ha servido para analizar con cierta dosis de realidad y sentido común lo equivocados que hemos estado en este país con ese afán de acumular, de crecer desmesuradamente, de tener más, de poseer más. Las cosas materiales deben ser útiles para vivir bien, pero no deben convertirse en cadenas que mancillen nuestra felicidad.

Desde siempre comprendí que esta casa, en los tiempos que corren, se había convertido en una losa pesada. Soy obstinado y hubiera podido aguantarla toda una vida. Pero, ¿a cambio de qué? Perder es ganar, y en ese proceso me encuentro ahora. Es como si ahora volviera de repente a la bahía de Findhorn, en Escocia, cuando meditaba sobre la necesidad de no ahogarnos con tanta estructura. Pero ahora, unos años después, con la fortaleza suficiente de llevar a la práctica aquellas predicciones que relaté en el librito Creando Utopías. Ahora es el momento de sacar esa rebeldía interna capaz de decir: no. Por eso estoy feliz, por haber sido capaz de estar por encima de lo aparente y haber vencido la ilusión del ego. Lo dijo Camus: “un hombre rebelde es un hombre que dice no”. Ahora toca decir sí al espíritu libre, sí al alma servidora, sí a la promesa de hacer de este mundo bueno, un mundo mejor.

11 respuestas a «Un hombre rebelde es un hombre que dice No»

  1. Lo veo de otra manera, Javier.

    Puestos a ser utópicos, a desear hacer de un mundo bueno un mundo mejor, no entiendo que esa casa que mañana perdemos entre todos un poco no pueda estar bajo tu mano porque el capital lo tiene otro.

    Instalados en la utopía y persiguiendola, las cosas deberían ser de quienes tienen capacidad para administrarlas, y no imagino a nadie con más cualidades.

    Decía aquel entrañable personaje de «El Cartero y Pablo Neruda» que la poesía no es de quien la crea sino de quien la necesita. No puedo estar más de acuerdo porque el verdadero poeta no es quien tiene las herramientas para bajarla del cielo sino quien, al recrearla en su mente, alcanza la paz de la belleza.

    Así, la recreación de esa casa es tuya, aunque las herramientas financieras las aportase el banco.

    De tu planteamiento de hoy podría llegar a deducirse que, si evitamos endeudarnos para vivir por encima de nuestras posibilidades económicas según el manual de El Sistema, aboliríamos la esclavitud financiera. Pero no me engaño; el Capital serpentea silente entre nuestras necesidades y ya ha llegado a los alimentos: nos lo confirman desde África y la noticia viene cruzando el Estrecho.

    El edificio que ahora entregas no alberga sólo un hogar, también unas básicas, pero suficientes, instalaciones dignas para una editorial. Divide el pago mensual entre ambas cosas y verás que es mesurado. Cuando llegues a Madrid comprobarás lo que valen por separado.

    Entiendo la alegría de los que van a tenerte más cerca, como ellos etenderán mi tristeza. Pero no considero tu gesto como rebelde sino conformista. En el barco siguen todos aquellos que no lo pueden abandonar porque los niños se resfrían más a la intemperie, pero un poco más desamparados porque tú, un esclavo más, pero que piensa, tomas mañana el camino de la salvación individual.

    Sé que donde estés tendré galletas en la mesa y cama para dormir, como a la inversa. Pero Madrid me coge menos a mano y «paso» poco por allí. Quizá sea una buena excusa para frecuentarlo; incluso para un traslado porque, finalmente, es fácil que terminemos todos en la capital de El Reino a la espera de una Prebenda Real que nos permita lucir migas de pan en la barba como señal inequivoca de estar alimentados.

    Todo ello no me impide estar feliz si tú lo estás; alegre con tu alegría y esperanzado con tu nuevo camino. Pero no me sirvas el plato de la rebelde utopía en ésta mesa porque su vajilla ya se ha subastado.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Los dos teneis razón. Cada cual aporta su variante para una misma verdad. Lo importante es identificarnos con nuestra íntima verdad y seguir serenamente avanzando en ella. Los tiempos que corren nos distraen en exceso. Os quiero a los dos. Mucha fortuna!

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  4. Me encanta la diversidad … porque tanta razón tiene Javier como Manuel… los dos textos son impresionantes… y veraces…
    Gracias por tanta sensibilidad … por intentar siempre ser mejor y mejorar el entorno…
    Un abrazo !!!
    <3<3<3

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  8. NO TE PREOCUPES POR INTERNET , TENGO UN PINCHO QUE HACE MILAGROS, Y SOLO PAGO CUANDO ME CONECTO, SOBRE LA CASA, HAY MAS CASAS , MAS CIUDADES, Y MUCHAS MAS OPORTUNIDADES, HACE NO MUCHO LE COMENTABA A UN AMIGO QUE VIAJO A NOW YOKR, QUE EL PATO ES FELIZ EN SU CHARCO PORQUE NO CONOCE EL AMPLIO MAR, SI ERES UNA PERSONA QUE HA VIAJADO SABES BIEN QUE HAY QUE ADAPTARSE A CUALQUIER CIUDAD ESO ES LO QUE IMPORTA!!!, AHHH, Y RECUERDA DE MI NOVELA: VIDA TRAS VIDA, todo es perfecto para un planeta de aprendizaje, «CARPE DIEM». BESOS CUIDATE UN FUERTE ABRAZO!!!

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