El cazador cazado o la estrategia elefantina


El “movimiento elefantino” que se está levantando a raíz de la torpe cazada del cazador real está haciendo su trabajo de fondo. El objetivo no es que abdique el Rey, sino que abdique la Monarquía en el Estado Español y éste, a su vez, se convierta en un estado moderno, eficaz y acorde con los tiempos que corren. La ruptura de la sociedad con el pacto clientelar de la partidocracia cada día es más evidente, y ésta, que es una carrera de fondo que pretende romper con el antiguo régimen, no ha hecho más que empezar.

La verdad del asunto no tiene que ver con la última querida del rey, supuestamente la «princesa» Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una verdad a gritos que en las tertulias madrileñas se cocina día sí y día no desde hace ya tiempo pero en silencio y discreción por respeto a la dignidad de la reina. De forma encubierta a veces y otras no, estamos ante un auténtico ataque a la Constitución, a la Transición y al modelo de convivencia que hasta ahora habíamos adoptado y pactado.

Para unos, es una oportunidad para que regrese la república. Esto es otro error de fondo, porque este pensamiento sigue dividiendo a las dos Españas. No hay que esperar a que regrese nada que tenga que ver con el pasado. Simplemente tenemos que acertar en el modelo constitucional de una España futura. Por eso no debemos resucitar ninguna vieja república, sino crear una nueva dentro de los tiempos que nos ha tocado vivir, una vez llegada la conclusión de que la monarquía es una institución romántica, que necesita ser conservada desde un punto de vista histórico y cultural por su interés antropológico, pero desligándola de una vez por todas del poder y la de la jefatura del Estado.

Para otros, es una oportunidad única que permite profundizar en el sentimiento de secesión de los llamados países con un marcado sentimiento nacionalista. La independencia de unos sobre otros es el fondo de una cuestión difícil de resolver. ¿Independizarnos de quién o de qué? ¿Del poder estatal? ¿Del poder de la Unión Europea? ¿Se podrían independizar las ciudades y los estados de ese nuevo marco legítimo? ¿Dónde estás los límites o las barreras de la independencia?

Quizás la solución sería crear una nueva forma de gobierno donde el poder, y ahora sí, recayera en el pueblo. Es decir, que el poder naciera de abajo a arriba, y no viceversa como ocurre ahora. Que cada pueblo fuera legítimo e independiente y que ofreciera un diezmo de solidaridad al estamento superior inmediato. Una vuelta a la ciudad-estado donde cada pueblo fuera soberano de sí mismo dentro de un orden universal y un pacto de convivencia internacional.

Sea como sea, estamos presenciando el principio del fin de una dinastía, la monárquica, que reclama ser posicionada en otro estamento diferente del que posee ahora.

6 respuestas a «El cazador cazado o la estrategia elefantina»

  1. Eduardo Verbo 17/01/2012

    Nuevo libro de Pilar Eyre
    La soledad de la Reina (Esfera de los Libros), la última obra de Pilar Eyre, se ha convertido en un singular y controvertido glosario de las presuntas aventuras extramatrimoniales del Rey de España, que según la propia periodista, han transformado a doña Sofía, con la que don Juan Carlos se casó en 1962, en una mujer que vive en silencio su propia tragedia griega. «La decoradora balear”, «la vedette”, «la estrella del destape de impresionantes ojos verdes”, «las dos Palomas” o «las aristócratas” son algunas de las mujeres con las que, tal y como relata Eyre, el Rey habría sido infiel a su esposa.

    La princesa Corina Sayn-Wittgenstein, María Gabriella de Saboya, exmujer de Robert de Balkany, la condesa Olginha Nicolis de Robilant, o incluso la propia Sara Montiel aparecen en el libro como apasionadas amantes de Su Majestad, quien, según Eyre, decidió dar rienda suelta al gen Borbón [aquel que justifica que los descendientes de dicha dinastía son malos maridos] a la muerte de Franco, cuando se cumplían trece años de su enlace con la reina. “Desde entonces, doña Sofía es una mujer engañada, dolida y con una vida conyugal que ha sido una auténtica tragedia”, afirma ésta en conversación con Vanitatis.

    “Hoy en día, el Rey se lleva bien con todas sus ‘amigas’. Menos con una. Por el contrario, la reina anhela los días felices con su marido”, manifiesta la autora, quien llama la atención sobre lo “varonil” y “fogoso” de don Juan Carlos. “Ella se entera de la primera infidelidad de su marido poco después de que El Caudillo falleciera. Cuando ésta se produjo, pusieron dormitorios separados y no volvieron a funcionar como matrimonio nunca más. Tras ese episodio, se fue a la India con su madre y sus hijos con la intención de separarse. Luego volvió y aceptó su destino, a pesar de que desde entonces cada uno hace su vida”, prosigue la escritora y experta en Casa Real.

    Sobre la relación actual de los Reyes, afirma: “No hablan en ningún idioma en especial, porque sencillamente no hablan. No tienen roce. Nunca ha planeado la sombra del divorcio, porque siempre han luchado por el trono de España y saben cuáles son sus responsabilidades y sacrificios. Doña Sofía, desde el primer desliz, se ha puesto su máscara y se ha limitado a actuar como una reina. No creo que acepte sus circunstancias, pero no le queda otra. Actualmente, su único objetivo es que su hijo sea rey. Es la mujer más sola del reino, esa es la frase que mejor la define”.

    La mujer más sola de España

    Pero el drama de la reina Sofía iría más allá. “Es una mujer desgraciada, hasta el punto de que actualmente teme que se esté reproduciendo la misma situación que cuando, durante la época de Franco, la espiaban. Ahora no para de llorar y, con todo lo que está sucediendo con lo de Urdangarin, piensa que tiene los teléfonos intervenidos”, afirma Eyre. “La reina no tiene amigas, ella misma lo dice de forma natural. No tiene a nadie en quien confiar: solo su hermana Irene y su prima Tatiana. No ha explicado sus penas a nadie. En torno al Rey, hay una camarilla, porque es un profesional de la seducción, todo el mundo le adora… Ella apenas habla español, nadie comprende sus emociones, sus aficiones”, añade.

    En el libro de Pilar Eyre es el Rey, a través de sus hipotéticas relaciones extramatrimoniales, quien se convierte en piedra angular en la biografía de la soberana. En cambio, ella, según Eyre, siempre ha sido fiel a su marido. “No he conseguido demostrar las infidelidades que le atribuyen a la reina. Dicen que si un músico, que si tiene un piso en Londres con no sé quién, un indio, un arquitecto del entorno de El País… Nadie me ha confirmado esto”, concluye la periodista. Sin embargo, la reina nunca habría gozado del cariño de los amigos del monarca. “Los íntimos del Rey con los que he hablado no me han confesado tener mucha simpatía por ella. A ella tampoco le gustan”. De ahí la soledad de la reina.

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  2. Creo sinceramente que nos metemos en demasia en la vida privada de cada uno, siendo la Reina o quien sea, estaría bien que dejaramos vivir a los demás y que cada uno de puertas hacia dentro reine su camino como mejor le parezca.
    Airear estas cosas en un libro (sean o no ciertas) me parece de una gran bajeza, pero somos españoles y nos encantan estas cosas…
    Nos gusta dañar siempre en lo mas profundo a las personas, si es cierto que Doña Sofia se encuentra en esta encrucijada en su vida, ella sabe porque, ella sola puede cambiar o no si lo desea esa vida, no los demás.
    Hay que construir cosas bellas, no llenar todos los momentos con destrucción.
    El Rey ha actuado mal, pero ha pedido disculpas, ese debería bastar, pero no, ahora queremos ir a por toda la institución monárquica… una locura.
    Me parece horrible matar animales, cualquier animal, no puedo entender que personas encuentren gran satisfacción en hacer daño de forma gratuita, y que encima lo justifiquen de todas formas y colores. El Rey, es como es, la Reina vegetariana, y cada uno de nosotros somos lo que somos.
    Me gusta la monarquia, creo que nos representa bien (salvo algunas cosas puntuales), hay muchas otras cosas que deberíamos fijarnos, entre una de ellas la actitud individual de cada español.
    Vamos a ponernos todos a trabajar, a construir belleza, a intentar enviar luz donde no llega, dejemos ya de tener tanta tensión, tanto miedo.
    Ver, leer, escuchar continuamente cosas malas, negativas no hace que avancemos, y si seguimos urgando en ello, al final nos quedaremos atrapados para siempre en un gran agujero negro incapaz de salir de el.
    Vamos a construir esperanzas cada uno en su parcela, y veras como llegará un momento que todo tendrá su razón de ser…
    Costruyamos pero de verdad, haciendo cosas, caminando para volver a tener un horizonte mejor, distinto.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo querida Teresa en lo que dices. Interiormente debemos trabajar para el bien común, pero cuando te vas a dar una vuelta por la realidad de ahí fuera, todo resulta indignante, y entonces me surge la duda sobre si la mejor conducta, la más noble y sincera es la de mendigar silencios interiores o vociferar con todas las fuerzas ese tan recurrido y recurrente «vasta ya». No por la Reina, que como tú dices bastante tiene con su dolor, sino por los que nos representan, el cómo lo hacen y el cómo lo muestran. El pueblo ha estado mucho tiempo dormido y silenciado, y ahora eso se ha terminado. Y también se ha terminado la justicia de sangre, esa que permite, por herencia real el que yo puedo ser juzgado si cometo un delito. Él no. Yo puedo ser despedido. Él no. Yo puedo ser criticado en los periódicos. Él no. Yo no he recibido palacio, yate o sueldo vitalicio alguno. Él sí. Nos están tomando el pelo, y me niego rotundamente a que sigan haciéndolo.

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  3. Ufff…
    La reina una víctima?… El rey su verdugo?
    La reina es dueña de su destino, de su hipocresía, de su sufrimiento emocional elegido a cambio de posición y cargo… No tengo más compasión por ella que por él, son un tándem anacrónico, bien avenido a sus intereses…
    Son el ejemplo de una sociedad caduca, con valores podridos en la base de la doble moral…

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