La Senda según de Guindos


De Guindos, muy en su papel de máquina de dar cifras y datos como si se tratara de una caja registradora, ha hecho un interloquio en el campus de verano de las Faes ofreciendo algunas ideas básicas sobre su ideario. De nuevo, un discurso oficial basado en los paradigmas del pasado que han demostrado que no funcionan y que nada tienen que ver con el futuro esperanzador. Aquí detallo algunas de sus premisas tras escuchar atento su discurso:

  1. Una idea clara sobre la necesidad de dar confianza para obtener más financiación. Es decir, de nuevo la necesidad de crédito para impulsar el crecimiento y la economía.
  2. Crear un modelo productivo basado en la competitividad (y no en la cooperación, por ejemplo).
  3. De nuevo la errónea percepción de asociar crecimiento con bienestar social y desarrollo.

Detrás de todas estas ideas existe una clara aberración ideológica basada en tres premisas elementales:

1. Existe un marketing, una moda imperante, una idea totalitarista que impregna a todas las capas sociales que aceptan pasivamente la necesidad de crecimiento. Gracias a esta idea base, compramos aquello que no necesitamos y necesitamos aquello que nos dicen que nos hará ser mejores, tener más, destacar entre todos, ser más felices. A veces incluso compramos o adquirimos bienes y servicios que nos repugnan solo porque manda la moda, o ese principio oculto que nos inculcan para satisfacer a nuestros ancestros.

2. El crédito nos permite obtener todo aquello que ya necesitamos. Esta es una de las mayores mentiras de todas, pues gracias a esta idea, hemos hipotecado nuestra existencia de por vida. A mayor crédito, mayor poder y mayor necesidad de cosas. Hay pensadores y personas que predican sobre la necesidad de crédito a las empresas. Lo que no explican es que esas empresas viven constantemente del crédito ficticio, sin producir ningún tipo de beneficio excepto el de poder vivir ellos mismos del crédito obtenido en nombre de la empresa, la cual, en muchos casos, no produce beneficio. El crédito nos permite obtener recursos para aquello que no necesitamos, es decir, produce apariencia e ilusión porque todo lo que construimos está basado en la mentira crediticia.

3. La caducidad de las cosas producida por el marketing y la publicidad de la moda provoca la necesidad de actualizar constantemente nuestras necesidades. Compramos coches para que duren poco, compramos ordenadores para que duren poco y tengamos necesidad de actualizarlos constantemente con nuevas herramientas y necesidades que no necesitamos. Esta tendencia nos esclaviza y provoca una necesidad imperante, por lo que volvemos al círculo vicioso de la moda y el crédito para seguir “creciendo”. Además, siempre necesitamos más cosas y más grandes. Si tenemos una casa de cien metros cuadrados, desearemos una de doscientos. Si tenemos un coche de cincuenta caballos, desearemos uno de cien, y así hasta el infinito.

¿Es esta la senda que dibuja el señor Guindos para nuestro futuro? ¿Seguir hipotecando por generaciones nuestro futuro? Los buenos estadistas aprovechan los malos tiempos para provocar el cambio que los nuevos paradigmas requieren. Ese tiempo ha llegado, está aquí, ahora solo falta encontrar a esos estadistas que puedan ver más allá de las modas y las necesidades a corto plazo. Si lo mediocre gobierna nuestras vidas, tendremos gobernantes mediocres. Y un futuro, además, mediocre.

Una respuesta a «»

  1. Me encanta todo lo que dices, ¡cuánta razón tienes!

    La Conciencia es la que crea las cosas, cuando la Conciencia de la mayoría cambie, tendremos ese nuevo modelo basado en el compartir. Creo que uno de los principales obstáculos para eso es nuestro sentido de carencia, creemos que nos falta esto o lo otro y andamos como locos buscándolo, cuando la realidad es que lo tenemos todo y ni siquiera hace falta pedirlo, solo estirar un poco el brazo y cogerlo.

    Un fuerte abrazo.

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