0.000000
0.000000
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico
No olvidemos que llegó al poder de forma democrática. Preguntémonos qué estaba podrido en esa sociedad para que algo así pudiese suceder. Me pregunto si en la Europa actual sería posible algo similar, me inclino a pensar que no, pero no estoy totalmente segura. Si las cosas se ponen muy, muy feas, podríamos tener la tentación. Siempre tendemos a pensar que los culpables son los otros: llámense judíos, extranjeros…
No he visto el vídeo porque no quiero irme a la cama con algo tan negativo en la cabeza. Mañana lo veré.
Muchas gracias, Javier, por las cosas tan interesantes que nos estás ofreciendo.
Me gustaMe gusta
La verdad que da cosa ver a tanta gente ciega siguiendo a alguien.
Jamás hay que seguir a nadie, cuando uno lo hace , para acercarnos al otro irremediablemente nos alejamos de nuestra esencia, por noble que parezca una idea jamás debería sustituir a la realidad que describe. Todos seguimos ideas porque ya no sabemos comulgar con la vida. Estamos tan acostumbrados a comunicarnos hablando que no entendemos los hechos. Los hechos están o estarán, pero ya ciegos, no los veremos… como ellos se expresan sin palabras…
La verdad que no se como pudo engañar a tanta gente, imagino por otra parte que cuando hay necesidad, la palabra pan resulta atractiva. ¿No creen ustedes?. Lo que me preocupa es la manera en como se sostuvo en el poder, creo que claramente fue gracias a la obediencia que sus subordinados le mostraban.
Cuando uno obedece a alguien, creo que primeramente ha sido embaucado, seducido, enamorado intelectualmente, así, bajo la ceguera entregas tus acciones y lo haces casi sin remordimientos ya que obedeciendo delegas tu responsabilidad. Cuando ya no eres responsable de nada puedes meter a cientos de inocentes en una cámara de gas sin remilgo alguno.
La obediencia es desasirse al fin y al cabo del trabajo de responder por nuestras acciones. Cuidado con llegar a ese punto.
Ser obedientes, marionetas ciegas, cloroformadas con ideas dulces, con un poco de romanticismo, un poco de verdad mezclada con especias mentirosas que obnubilan la vista. Ceguera por atiborramiento de conceptos nobles que se quedan enganchados a los colmillos del intelecto. Conceptos, o lo que es lo mismo: Tinta.
Ahora bien, no hables de la tinta como mal, si los intereses —sean los que sean— corresponden a gente que ha invertido en folios. Que ya que tenemos folios la tinta no viene mal.
Cuidado con defender ideas. Ud, defiende la suya, yo la mía y el hecho nos mira a ambos perplejo como diciendo: —Soy invisible!
Pues eso, si queremos hacernos invisibles dejemos que el otro se haga una idea de nosotros, una idea bonita si es posible para que la obediencia esté servida y formemos un nuevo mundo, un ejército que al cuadrarse asuste a los inocentes.
Me gustaMe gusta