«Pensamos que dirigimos los acontecimientos y la historia, pero hay unos límites enormes, porque no somos autores sino protagonistas de un guión que escribe la vida«. José Luis Sampedro
Cuando de jóvenes íbamos a la universidad siempre nos preguntábamos porqué no hacían ministro de economía a Sampedro, a ese hombre cabal, humano e inteligente capaz de señalar el camino de la bondad con su mirada. Leíamos sus libros no sólo con interés, sino con extrema ilusión. Acudíamos a sus charlas y sus clases ensimismados. La admiración que siempre hemos sentido por él era casi amorosa. Un hombre libre, un hombre bueno, un hombre perfecto de mirada limpia y corazón puro. ¿Por qué nunca tuvo la fuerza para reconducir la ética económica, el cambio de paradigma político, la estructura del poder? Porque los humanos buenos siempre son peligrosos, y los humanos puros, olvidados.
Pero nuestra generación nunca podrá olvidar su bondad a la hora de mirar al mundo. Nunca podremos renunciar a su visión, a su inteligente y sabio razonar. Porque si Sampedro era algo, es precisamente eso, un sabio. Por eso penetró en nosotros y nos preñó con su ejemplo. Por eso se hizo inmortal ahora en su hora, porque está dentro de nosotros.
Las etiquetas de humanista, de pensador comprometido, de intelectual activista solo son etiquetas. A nosotros nos gustaba contemplarlo en silencio para algún día, de mayores, ser como él. Morir sabios, morir dignos, morir grandes. Sampedro, Maestro, Luz en el Sendero, tú que estás en los cielos de la aparatosa fraternidad y reinas en nuestros corazones, guía nuestras almas hacia la lucha por la libertad, la justicia, la razón y la igualdad entre los hombres y mujeres que aspiramos a ser humanos de buena voluntad. Guíanos ahora, que llegó tú hora, por los siglos de los siglos. Amén.

Feliz Viaje profesor. Gracias por todo lo dado…
Gracias a Olga por acompañarlo.
Su libro Economía Humanista mi libro de cabecera.
Escribir es vivir, encuentro en Santander.
«Solo quiero morir dulcemente, como muere un río en el mar”
«Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe»
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«Santificado sea tu NOMBRE»
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«Qué importa mi boca cerrada, ¡cuando piensas con el alma te oyen!».
(José Luis Sampedro)
Buen viaje, señor Sampedro, buen viaje José Luis.
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Amén…
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Releyendo ando. Qué bonito lo que dices, qué hermoso el último párrafo… yo también digo Amén…
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En los tiempos actuales muchos jóvenes estaban bloqueados; el sistema en el que habían crecido se desmoronaba y nadie parecía querer admitirlo.
Al escuchar y apreciar las palabras y actitud del señor Sampedro descubrieron que otro mundo es posible y que había gente luchando por ello.
Él sigue trabajando desde su nuevo hogar.
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Ilumina nuestro camino……Amen.
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