Si yo fuera rico…


No quería decirlo para no levantar envidias ni recelos ni amistades no deseadas, pero sí, me tocó la lotería. Y lo cuento porque siempre hay personas que necesitan algo y por pudor no lo piden y he pensado que, si lo decía, pues, por más inocente que sea uno, siempre puede echar una mano. Y cuando te tocan muchos millones, y sabes a ciencia cierta que de todos ellos solo tendrás tiempo a disfrutar menos de un diez por ciento de los mismos, ¿por qué no compartir el otro noventa por ciento con los demás?

Algunas grandes fortunas ya dedican importantes sumas de dinero a obras filantrópicas. Educación, salud o la erradicación de la pobreza son los temas que más les preocupan. Si Bill Gates, Warren Buffet, Jeff Bezos o Amancio Ortega dedican algo de su dinero a ayudar a los demás, ¿por qué no iba yo a seguir esa senda? En verdad no cambiaría nada de mi actitud ante la vida, porque si hasta ahora he compartido el noventa por ciento de todo lo que tenía con los demás cuando tenía poco, ¿por qué no seguir haciéndolo ahora que tengo mucho?

Cien millones de euros es una suma considerable. Si me quedo diez para que yo y algunas generaciones futuras puedan vivir cómodamente, ¿qué puedo hacer con los otros noventa millones? He pensado en varias opciones que tienen que ver con la investigación, con la acogida, la ecología y con la nueva cultura ética. La partida de investigación estará dotada de diferentes frentes: salud, pobreza, bienestar, tecnología, ecología, vivienda, ciencia, cultura, etc.

La partida de acogida habilitará lugares donde personas que estén pasando por un momento difícil, tengan la oportunidad de vivir una experiencia de hogar, tal y como logramos realizar durante diez años con el proyecto O Couso. De hecho, llenaría el mundo entero de esos pequeños puntos de luz donde se pudiera de alguna manera investigar, meditar y contribuir con una nueva cultura ética a un mundo mejor. Y esta tercera partida, la dedicaría a promulgar nuevos valores, o valores fundamentales para hacer de un mundo bueno, un mundo mejor. No sé si con noventa o cien millones se puede hacer mucho, pero seguro que esa pequeña fortuna serviría para apuntalar algún punto de luz aquí en la tierra.

Bueno, en verdad, hoy es el día de los inocentes y no me ha tocado la lotería. Pero sí que siento la necesidad de poder disponer de grandes sumas de dinero para poder seguir haciendo el bien. Si algún día fuera rico, dedicaría al menos ese noventa por ciento para compartir con la humanidad, o al menos, con aquellos que pudieran aprovechar cualquier tipo de inspiración o enseñanza. Ahora la fundación y la editorial están bajo mínimos, pero mi sueño y deseo para el próximo año es acumular riqueza para compartir riqueza.

Si durante todos estos últimos años he dado el noventa por ciento de todo lo poco que ganaba y dedicaba un diez por ciento a mis necesidades personales, estos próximos años quiero invertir la ecuación y en vez de ganar poco, ganar mucho, para que ese noventa por ciento pueda hacer mucho más bien. O Couso fue un experimento que me llevó a esa senda y a esa idea de la cooperación, el apoyo mutuo y la generosidad desde lo poco. Ahora ojalá fuera desde lo mucho, y pudieran existir en el mundo muchos más O Cousos inspiradores.

De momento, toca trabajar en silencio mucho, mucho, mucho, y acumular con cierta avaricia para luego compartir con generosidad. Solo cambiará el mundo cuando nosotros cambiemos nuestra visión de la riqueza y el compartir y la ecuación sea multiplicadora, y no viciada de escasez y egoísmo. Por eso, si yo fuera rico… Dubi dubi dubi dubi dubi dubi dubi du…

6 respuestas a «Si yo fuera rico…»

  1. Javi que bueno estaría que ganes la lotería pero adivino… a que nunca juegas.
    Tu artículo me recordó algo:
    Santa Teresita decía debemos tener Santa avaricia, lo decía en relación con el tiempo (vaya que es verdadero oro).

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