Slums


Ayer actuamos en un hospital para niños sin recursos que padecen algún tipo de cáncer. La actuación nos pareció aún más delicada que el resto por tratarse de situaciones en algunos casos desesperadas. Tratar con niños pobres es delicado, hacerlo con niños miserablemente pobres lo es aún más, pero hacerlo con niños miserablemente pobres y que padecen algún tipo de cáncer resulta difícil, muy difícil. Por eso nos esforzamos todo lo que pudimos en hacer bien nuestro papel de magos de la sonrisa. Cosa paradójica, lo más delicado resultó ser el hacer reír a sus padres, más conscientes de lo que estaba ocurriendo en las vidas de sus pequeños. La mayoría de estos niños viven en las “casas” que se amontonan cada vez más en los “slums”. Son lugares pequeños, de entre diez y veinte metros cuadrados. Mucho más pequeños que los minipisos que se pusieron de moda no hace mucho en España. La diferencia es que estos no tienen cocina, ni lavabo, ni habitaciones. Son, diríamos, lugares diáfanos. Tan diáfanos que en ellos pueden vivir una familia entera entre cuatro paredes sin más decoración que la foto de algún santón o familiar. Tan modestos en tamaño que algunos miembros de la familia prefieren dormir al raso, en la calle, o en cualquier otro lugar donde exista algún metro cuadrado sin ocupar. Y esos metros son compartidos con otros seres vivientes como chuchos o inmensas ratas que deambulan de aquí para allá. Los cuervos, ruidosos y cansinos, se relamen cada vez que un trozo de “algo” cae al suelo. Las casas, de plástico, chapa o ladrillo las más lujosas, indican el tipo de miseria al que nos enfrentamos. Los “slums” se amontonan unos sobre otros y se encuentran en cualquier rincón. Estos días los hemos visto en laberintos de calles interminables que surgían alrededor de inmensos y modernos edificios. El lujo de estos contrastaba con la miseria de los otros. Pero en cuestiones de dignidad, uno nunca sabe cual de los dos gana. Los primeros por exagerados y excesivamente lujosos. Los segundos por excesivamente humildes hasta el punto que no entiendes muy bien qué está ocurriendo. Si eso es real o forma parte de la imaginación paisajística del viajero. Por algún motivo que desconozco me sentía más seguro entre sus peligrosas y estrechas calles laberínticas que no fuera, en las grandes avenidas cargadas de lujosos coches. Las gentes de los “slums” me resultan sinceras, agradecidas y generosas. Los niños nos guillaban los ojos al pasar, o nos saludaban sorprendidos por nuestro atrevimiento. Los mayores no tenían reparo en enseñarnos sus oficios y las madres sus pequeñas criaturas. Eso no ocurre en las lujosas mansiones, ni en las grandes avenidas, donde todos parecen tener miedo a perderlo todo. Nos contaba una cooperante española que los “slums”, es decir, el grupo de chabolas o barrios chabolistas, son controlados por mafias. Mafias que cobran un impuesto por vivir en una de esas chabolas. Mafias que a su vez invitan a los campesinos de otros lugares a que vengan al sueño de la gran ciudad, una ciudad llena de oportunidades y lujos que jamás alcanzarán. Mafias que utilizan la política, y también viceversa, para conseguir más votos o poder. Y es así como se multiplican los “slums”, y la miseria, y los sueños frustrados de cientos de familias campesinas que dejaron sus tierras para vivir esclavas durante el resto de sus vidas. Y es así como la gran ciudad se convierte en un hervidero insoportable, una colmena, diría más bien una plaga superpoblada, con un equilibrio roto que tarde o temprano explotará en mil pedazos. Y todo esto lo decía mientras sorteábamos la suciedad abarrotada de moscas que ayudaban a que el hedor se volviera cada vez más insoportable. En las calles más afortunadas hay una especie de canalillo donde se echa todo tipo de excrementos y basura que junto al calor y la humedad insoportable crea un ambiente rancio y nauseabundo. Y así, caminando sobre unas cuantas chabolas más, llegamos a una que había sido convertida en “guardería”. Esta ONG custodiaba a más de un centenar en todo el norte de Bombay. Y cuando entramos, allí se obraba el milagro. Más de una docena de niños recitaban los días de la semana en inglés, intentando que la lengua universal calara en sus mentes para crear en ellos un estatus diferente, una esperanza de futuro. Al menos durante unas horas no están en la calle y disfrutan, además, de un plato de comida al día, seguramente el único. Así hasta que crezcan algo y puedan aprender un oficio. Quizás incluso alguno, de todos ellos, consiga ir a la universidad. Quizás, alguno de ellos, incluso pueda vivir, dos calles más abajo, en uno de esos lujosos apartamentos de cristal y conduzca uno de esos lujosos coches. Entonces tendrá miedo a perderlo todo, y no apreciará nunca más la seguridad de sentirse miembro de una comunidad. Y quizás, algún día, recuerde sus orígenes y dé alguna propina a los niños de la calle, esos que, sin importarles qué tipo de dignidad es la más verdadera, deseen ser como él. Quizás, quién sabe, también recuerde a ese par de payasos que un día se acercaron tímidos hasta su slums para creer en la magia, en el idioma universal. Quizás lo haga y sonría, y crea en ese instante en la esperanza de un mundo nuevo.

7 respuestas a «Slums»

  1. Amig@s, una no sabe ni qué decir ante estas realidades… más que hacerse una con vosotr@s, nuestra emoción y nuestro sufrimiento uno con el vuestro… Ánimo, seguid repartiendo sonrisas entre niños y padres! 4 abrazos enormes

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  2. Me conmueve enormemente este post. Que tristeza tan grande esa otra cara de la moneda. Duele la pobreza, la miseria… pero nada puede doler más que los niños enfermos en semejantes condiciones, duele hasta las entrañas.
    Confió plenamente que si algún niño de esos, alcanza una vida mejor no olvidará sus origenes ni querrá hacerlo que será el primero en luchar por erradicar esa lamentable situación. No se olvidará que así como su vida ha cambiado puede cambiar en otros seres, deseara ser como aquellos payasos que le arrancaron la sonrisa y la esperanza.

    Es muy grande lo que estais haciendo, son impagables las sonrisas que arrancais y la esperanza e ilusion que dejais a vuestro paso.

    Besos y abrazos para los cuatro

    Merce.

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  3. viendo esa foto, se puede apreciar de todo cuanto carecen, de la miseria que les rodea, se aprecia también la ilusión en el rostro de los niños compartiendo un rato de juego y el desorden de sus vidas, pero sobre todo he podido fijarme en esas niñas que a urtadillas os observan jugandodesde el quicio de una puerta o queriendo ocultarse detras de algun obstaculo,son ellas las que me han dado mucha pena en esa imagen
    esas caritas con ganas de integrarse en el juego, pero sin voluntad para hacerlo, realmente es otro mundo el que muestra la foto, decidme porque se comportan asi, que tipo de moral les inculcan con tan pocos años de vida, a que temen tanto que nisiquiera pueden disfrutar de un rato de juego. besos y abrazos de E.M.A. cuidaros mucho ¿vale?

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  4. Yo támpoco sé que puedo decir…Solo sé que me duele…
    Leer este texto con música especial de fondo, magnifica el sentimiento y solo puedo guardar silencio…Guardar silencio, porque de mi fondo solo salen gritos apenados y fustradas preguntas…
    Cuidaros mucho amig@s

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  5. Oliendo ese perfume de la desesperación, mi cuerpo se estremece, mi corazón palpita con dolor, y mi alma se reencarna en vuestras sonrisas y la onda que estaís generando.

    Gracias sois geniales!!

    besossss Cris, Anita, Javier y Koldo

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  6. Ufffffffff, hoy no se qué decir.
    Me gusta más, quizas desde el propio egoismo, pensar en sus grandes y sinceras sonrisas.
    Visto así, vuelvo al desanimo y a no creer en exceso en el ser humano…
    Animo para vosotros y para que les transmitais cariños, afectos, alegrias…

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  7. Bajo una sonrisa queda oculto el dolor inmenso en las entrañas ante la impotencia y rabia ante tal injusticia.
    Tiemblan los pilares de las creencias y aparecen las interminables preguntas que no obtienen contestación ¿Por qué?
    Y pensar que solo podemos ofrecerles , una sonrisa, un abrazo que les envuelva de amor un beso y algo tan preciado como el tiempo , ese valioso tiempo que se marcha , como agua cuando queremos estrujarla en nuestras manos, imposible fluye , se marcha.
    Solo podemos sonreir a la esperanza de la nueva vida.
    Un beso Crisitna , Anita , Javier, Koldo.

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