El pasaje de la Desolación, o de cómo partió el barco de la melancolía


La aridez se mezcla con el sudor de una tarde de verano en la que suenan con fuerza las potencias del waka waka, un sonido extraño que intenta camuflar una realidad extraña. Al mismo tiempo, libera, a modo de temperamental energía, todo un cúmulo de rabia e impotencia acumulado durante este exceso de crisis. La carta “for a man who my heart can not forget” también suda desolada, y espera respuestas que no llegan. Se suman a las grietas de roca que envuelven este lugar tan lleno de plenilunios e infortunios, y que me abrazan como avispas celadas. La armónica ahorcada, aquella que tantas veces toqué junto a mi guarida guitarra, silba agarrada a su trance, y suspira, porque su inquietud es como aquel viejo interludio, un pasaje que asoma a esta noche perpetua.

Mi Romeo se queja mientras su Julieta sugiere posibilidades a la manera del equilibrista de cualquier circo. Aún espero el beso de la princesa para convertirme, algún día, en su plenitud azul. Por eso consulto una y otra vez a la pitonisa de la desolación: ¿qué es más noble para el corazón? Es cuando, bajo la ventana, escucho el silencio con su chasquido de hierro frío, para, más tarde, reencontrarme con el rugido del esplendor y su gran arco lleno de iris, índigo, rojo, o violeta, que más da, con tal de que ilumine todo el cielo. No prestaría atención a nada si no fuera porque todo duele. El sí, el no, el quizás. Por eso paseo, con la armónica ahorcada y mi guarida guitarra, por el pasaje de la Desolación. Una taza, un te quiero, un suspiro, un silencio. Un flautín, un aroma, un recuerdo, una imagen, en este paseo… solitario. Todo hasta la próxima media noche, en el que el abrazo vuelva a convertir a este topo, sapo o gusano, en el Romeo principesco, en el cebo del amor. Y toda la sangre azul provoque el éxtasis vertical que una aquellos elefantes soñados. Mientras… el mediodía provoca el sudor, la tarde, desidia,  aspereza y  rigor… Castillos enteros de sufrimiento, de temor, de arrebatos. Porque en el fondo, toda noche reclama su parte y toda promesa, su penosa estrechez. Así tiene que ser y así será hasta que la medianoche vuelva…

(Suena, mientras escribo, «Desolation row», de Bod Dylan)

9 respuestas a «El pasaje de la Desolación, o de cómo partió el barco de la melancolía»

  1. Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca
    Aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach.
    Borges. Le Regret d’Héraclite.

    No soy quien crees que soy, ni aproximado,
    ni en camino de serlo o de dejar de serlo,
    ni ninguna vez, ni la mayor parte
    de las veces. Incluso aunque te empeñes
    en enseñarme cómo soy, cómo
    quieres que sea, qué alma me conviene
    y qué camisa, qué calzón y qué gesto,
    no soy quien tú crees que soy, ni mi miedo
    es igual que tu miedo, ni busco la verdad
    que tú quieres que busque, ni tampoco
    lo que espero es lo mismo que tú esperas
    de mí. Ni un veinte ni un treinta por ciento,
    ni la mitad, ni un cuarto, y eso que hace
    muchos años que nos desconocemos,
    ni poco más o menos, ni fijándose,
    ni mirándolo por encima, ni mirándolo
    bien, no, ni a grandes rasgos
    le doy un aire. Y no es que yo sepa
    quién soy, qué temo, qué busco, qué espero,
    no es que yo no quiera,
    que reniegue, ni tres, ni dos, ni una,
    que falsee argumentos, que me invente
    distinta identidad, distinta hechura,
    que mi dedo señale el rostro de otro hombre,
    otra tierra, otra fe, otra alianza,
    distinto beneficio. Más me valiera serlo,
    creeme,
    pero yo no soy quien tú crees que soy.

    CONFESIÓN Francisco Domene

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    1. Es curioso como sin conocerme puedes sintonizar tan claramente con el sentir que arrastro… Las letras desvelan, pero su secreto más guardado es que también nos liberan… De ahí la necesidad de escribir y leer… es una forma de reencontrarnos con el vínculo esencial de todas las cosas… Gracias por estos maravillosos textos…

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  2. Tienes la intuición estropeada javierito.
    Elcamaleón/Denacorima escribió el verano pasado en el antiguo blog de MC, en respuesta a DoñaJimena (la fan nº 1 de Mario) que ocultaba a sus amigos/familiares que escribía allí, porque se avergonzaba de algún modo de que la relacionasen con MC, de modo que, como tengáis esa habilidad para detectar a personas «auténticas» y genuinas en vuestros proyectos vais listos… ¿o es que acaso el Universo los cría y ellos se juntan…?

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    1. El Universo a veces es más complejo. Mientras que todos odiaban y criticaban a MC cuando estaba en la cárcel, algunos nos acercamos a él porque veíamos a la persona, y no al personaje. Ahora resulta que el personaje renace después de haber atravesado duras pruebas donde nadie estaba allí… Los hombres de paja desaparecerán… las piedras permanecerán, como siempre han permanecido… No tengo el placer de conocer a El Camaleón ni sé en qué otros foros participa, pero en este foro siempre ha sido amable, y ha aportado cosas muy bonitas, cosas muy positivas y cosas muy, muy, muy inteligentes… Mi intuición me dice que es buena persona, y así la quiero…

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      1. Siendo cada hombre una «A»,no siempre es igual a «A».
        Ontológicamente todas las cosas son verdaderas. Afirmación que no rige para lo humano. Humanamente,no todos los hombres son verdaderos.

        Sólo cuando entendemos nuestros vacios,se vuelve plenitud el otro que llega como una complementariedad. Sólo cuando cada sombra interior es asumida a partir de su descubrimiento,deslumbra el otro como la luz de un mediodía….Por cierto,la reflexión íntima no resuelve problemas prácticos. Su objetivo no es el universo de lo útil,sino el espacio de lo trascendente.
        «somos lo que somos;donde somos nosotros mismos».

        Gracias Javier.

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    2. Copio y pego:

      Las palabras son significantes. Unas detrás de otra conforme a las reglas del juego configuran una frase. La frase es un significante. Un conjunto de frases configuran un texto. El texto es un significante. Es así como toda producción humana se convierte en un significante confeccionado a base de significantes. Pero todo eso sirve para transitar al significado. Aquí ya no hay regla. El significado del significante depende del receptor. Por eso un libro puede ser diferente según el lector. De hecho en Memorias de un preso me he encontrado con este dato en muchas ocasiones.

      Los significados son individuales. Los construimos cada uno de nosotros al entrar en contacto con los significantes.

      un texto del Yoga-Sutra de Patanjali. Dice: “al principio, todas las actividades mentales salvo el sueño están implicadas en la comprensión de un objeto. Pero, gradualmente, solo se mantienen las que son necesarias para una comprensión correcta y sin error. A pesar de todo, esto no se produce espontáneamente. Es gradual”.

      Gracias por leer Humano,demasiado humano.
      http://www.marioconde.org/foro/2010/07/humano-demasiado-humano/

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