El campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid estaba desierto a esas horas. Algunos estudiantes despistados deambulaban por aulas vacías y pasillos eternos. Teníamos asamblea anual en la asociación de antropología a la que pertenezco desde hace años. Sentí de repente cierta añoranza. He estado tan distraído estos años que había olvidado el motivo por el que me marché hace siete años de Cataluña: adentrarme en el mundo académico, lo cual hice intensamente durante los dos primeros años de mi exilio.
Salí de la reunión con cierto entusiasmo interior, recordando cuando daba clases en el instituto Duque de Rivas o cuando daba clases en la Universidad de Sevilla y disfrutaba realmente con la docencia, con eso que llaman enseñar, que no es más que aquello a lo cual los antiguos llamaban «transmitir».
Eso mismo, transmitir, es lo que hemos hecho en la otra universidad, la espiritual, la que se teje en los espacios arquetípicos, en las estrellas soñadas por los antiguos, herederas del bagaje de los dioses que alguna vez transmitieron la luz y la lucidez a los hijos y las hijas de los hombres. En ese espacio donde la infinitud se confunde con nuestra parte finita hemos dedicado un tiempo hermoso a eso que llaman meditación, que no es más que la conexión consciente entre ambas partes, entre ambos mundos, el finito y el infinito.
Luego he tenido una bonita cena en el jardín del Morya. Cena acompañada de reflexiones y confesiones que atañen a la cordura y la introspección. He preferido volver andando, acompañado por la luna, siguiendo el borde de «El Pardo», vigilado por ciervos y corzos. Esta finca resulta ser la parcela real, la cual ocupa el 25% del total del municipio de Madrid y está bien protegida. Resultaba extraño estar en el puente de la A6 contemplando tan semejante espacio a izquierda, al fondo Madrid y a mi derecha mi pequeña parcela, separadas tan solo por un raquítico puente. Sea como sea, la luna estaba ahí, libre, sin parcelar (aún).

Esto no lo entiendo.
Pero ya nos lo explicaras.
Eres un guapon.
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Ahora sí.Anoche sólo se veía la foto.Gracias
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