En un hipotético futuro distópico…


«Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores». (Mateo 24: 4-8).

Si nos dejáramos llevar por la visceralidad y no por la inteligente decencia, el mundo cambiaría en pocos años. Aprovechando cualquier caos político y económico de una profunda crisis que inevitablemente llegará, el 10% de la población letona llamada nepilsoņi (“no ciudadanos”, la mayoría de origen ruso) se alzaría en armas para reclamar la vuelta a la madre patria rusa. Esta sería la chispa de todo el polvorín mundial que se desarrollaría a continuación.

Aprovechando el anhelo de los nepilsoņi, Rusia invadiría los países bálticos y se anexaría Bielorrusia, Ucrania y todas las repúblicas exsoviéticas del suroeste, entrando en conflicto bélico con la OTAN y la Unión Europea (esto de alguna manera ya está pasando).

En Oriente Medio, Israel entraría en guerra abierta contra Líbano, Palestina, Irán, Yemen y Siria, destruyendo completamente la franja de Gaza y Cisjordania y creando el caos total en esa zona (esto de alguna manera ya está pasando). Siria recuperaría los Altos del Golán y Jordania se anexaría parte de Cisjordania. Toda la población gazatí y cisjordana se refugiaría en la península de Sinaí con el beneplácito de las Naciones Unidas, reclamando en ella la nueva Palestina y entrando en guerra abierta con Egipto.

En Asia, Corea del Norte entraría en guerra abierta contra Corea del Sur, y el caos sería aprovechado por China para anexionarse Taiwán y las islas Senkaku, con lo que entraría en guerra con Japón.

El Reino Unido desaparecería, independizándose Escocia de Inglaterra e Irlanda reunificándose con Irlanda del Norte. Argentina aprovecha la debilidad y se anexiona las islas Malvinas, las de Georgias del Sur y las Sandwich del Sur. España hace lo mismo con Gibraltar mientras que Canadá, Australia y Nueva Zelanda se independizan completamente, haciendo desaparecer con ello toda la Commonwealth.

La Unión Europea desaparecería, encabezando las revueltas Alemania y Francia por movimientos de origen de la extrema derecha descontenta con la invasión silenciosa árabe-musulmana. La guerra contra Rusia remueve los viejos andamiajes del viejo continente.

En España, la minoría étnica catalana entra en guerra con la minoría étnica castellana (esto de alguna manera ya está pasando), la cual se convierte en la nepilsoņi catalana («no ciudadanos» al no hablar, pensar y soñar en catalán ni aceptar la uniformidad cultural, la cual desea extinguir el flamenco, la siesta y la tortilla española). Al no haber conseguido por las urnas y varios referéndums la ansiada independencia, se crea una guerra civil que termina con una parte de Cataluña independizada y unificada con Andorra, y otra parte, la más castellanizada, reclamando la vuelta a la república de España (después de haber abolido la monarquía en varios referéndums). El caos se apodera y el País Vasco se independiza en parte sin conseguir Navarra ni Álava (por no aceptar estas la uniformidad cultural impuesta), la cual se anexiona el condado de Treviño (¡aupa!). Lo que queda de España recupera Gibraltar mientras que Marruecos invade y hace suyas las plazas de Ceuta, Melilla y las ansiadas islas de Perejil, de Alhucemas, las Chafarinas, el Peñón de Vélez de la Gomera y todo el Sahara Occidental. Aprovechando el caos, Portugal se anexa las plazas españolas de Olivenza y Táliga, históricamente reclamadas por el país vecino. Galicia duda entre la independencia, la unión con España o la anexión con Portugal. Depende. Murcia se anexiona Albacete y Almería, excepto el cantón de Cartagena, que solicita de nuevo su independencia y la adhesión a USA como ya hizo en 1873. León se independiza de Castilla, la cual se anexiona La Rioja (esa extraña anomalía), y Castilla la Mancha, la cual recupera Madrid, vuelve a llamarse Castilla la Nueva, con nueva capital en Cuenca, por eso de que todos miran hacia ella.

En esta delirante coyuntura mundial futura, el cambio climático hace desaparecer casi el total de la población de África y América Latina, la cual emigra hacia los países del norte, apoyando el caos (esto de alguna manera ya está ocurriendo). En Estados Unidos sigue gobernando Trump, el cual ha creado un estado autoritario del que se ha proclamado emperador, anexionándose Canadá (excepto Quebec), y lo que queda del Ártico y la Antártida. Para dar espectáculo, también se apodera de ambas islas de Diómedes, la mayor y la menor, expandiendo el conflicto de Rusia.

Mientras Elon Musk y 144 mil seguidores (la mayoría youtubers) se refugian en Marte, excepto un grupo de disidentes (la mayoría influencer) que cree que en la luna Europa o Ganímedes se vivirá mejor. Desde las Pléyades, o Sirio B, u Orión, en un programa de cotilleos galácticos, un grupo de antropólogos extraterrestres (nuestros viejos dioses) observan el delirio y se debaten entre extinguir el experimento humano o dejar que prosiga para ver si sobrevive por sí mismo. Algunos argumentan que el retrovirus implantado y llamado por los humanos “inteligencia artificial” aniquilará a la invasiva plaga humana para proteger con ello la vida en el planeta (los hobbianos, los lobos). Otros ( los rousseauanos, los del buen salvaje) son de la opinión de que, ante la destrucción total que se avecina, la bondad reinará para siempre y se creará un imperio de mil años de amor y paz, que para eso enviaron al Josuá en misión especial desde el reino de los cielos (entiéndase las Pléyades, o Sirio B, u Orión, dependiendo de vuestros dioses).

Sea como sea, lo más impactante de todo este futuro distópico será la pérdida de la isla Perejil y la anexión de Albacete por parte de Murcia. También el asunto de las Ganímedes, no sé, creo que no es de fiar.

 

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